CUATRO

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Casi al atardecer Decker y Morningstar llegaron a la casa de la mujer, las niñas y la demonio se encontraban dormidas en el suelo de la sala.

— parece que Maze aceptó a Bella.

— lo dudo, se tardó con Trixie. — dijo cargando a Bella.

— puede pasar la noche aquí, si quieres.

— ¿en serio? — la rubia asintió y el Diablo volvió a dejar a la niña pero ahora colocandola cuidadosamente en el sofá. — tengo una fiesta en el Lux.

— ¿cuándo no? — pregunto Chloe cruzándose de brazos. — ¿en serio es más importante una fiesta con sexo, alcohol y drogas que tu hija?

— aún no me acostumbro a ella.

— y no lo harás si la sigues evitando, ya pasó cuatro días en casa de Linda, un día en casa de Dan y Charlotte, ayer se la pasó en el penthouse, en la noche se quedó aquí y ya pasó otro día lejos de ti.

— jamás consideré tener descendencia, prefiero evadir el castigo de mi padre.

— ¿de tu padre?

— sí, Dios. — lo tomó del brazo y salieron de la casa.

— ¿seguirás con ese cuento de que Dios es tu padre?

— ¿cuál cuento? Es la verdad, seguramente me la mandó para molestarme más de lo que ya lo hace.

— esto ya no es algo de Dios, no puedes deshacerte de tu hija, hazte responsable de ella.

— no sé cómo ser un padre.

— entonces aprende a ser uno, si el tuyo es un pésimo padre, no cometas los mismos errores con él, sé... sé el padre que hubieras querido tener, tienes una madrastra... o bueno ya se divorciaron, pero es mamá, aprende de ella también.

— está bien, trataré de hacerlo, detective. — ella sólo asintió. — así que... me la tengo que llevar al Lux, ¿no es cierto? — volvió a asentir, él suspiró y volvió a cargar a su hija. — bien, vamos Bella, gracias.

— no es nada. — salió de la casa, la dejó en los asientos traseros, se quitó el saco y se colocó a su hija como una manta.

— ¿belleza angelical o belleza diabólica? — se preguntó en tono de burla a sí mismo viéndola. — bien, vamos a casa.

Llegó al Lux, subió al penthouse y dejó a Bella en la cama.

— estará dormida hasta mañana. — dijo decidido a bajar a la fiesta pero comenzó a escuchar sollozos provenientes de la niña.

Estaba teniendo pesadillas sobre la noche en la que murió su mamá, asomada por las escaleras, escuchando los gritos y los golpes que le daban, luego el silencio volviendo a reinar en la casa, Bella subiendo a su habitación y esperando a que su madre subiera de nuevo las escaleras para que le cantase la misma canción de cuna que desde bebé escucha antes de dormir.

Pero eso jamás sucedió.

Ahora sólo queda en su memoria, volviendo como pesadilla.

— mami... mami... — comenzó a susurrar con los ojos llorosos. — ¡mami! — el Diablo por impulso lo primero que hizo fue sentarse en la cama y acariciar el brazo de su hija.

— tranquila... tranquila... — la niña se fue calmando mientras él pasaba de acariciarle el brazo a acariciarle el cabello, eso hizo que se quedara tranquilamente dormida. — te entiendo, yo maté a mi hermano y mi madre está en otro universo, bueno... no es lo mismo pero sé lo que es perder a alguien, sé lo que se siente perder a tu mamá. — suspiró. — por las acciones que hizo tu mamá, seguramente se encuentra en el infierno, después volveré para ver cómo está y que estés más tranquila. — sonrió involuntariamente mientras seguía acariciando el cabello de la pequeña.

Soltó un bostezo y se acostó junto a ella sin dejar de hacer lo que hacía hasta quedarse dormido.

[...]

A la mañana, una llamada fue lo que lo despertó, notó que su hija seguía dormida. Rápidamente se levantó y contestó la llamada afuera de la habitación.

— detective, ¿noticias nuevas?

— sí, creo que ya hallamos al asesino de Michaela. — miró hacia la habitación. — ¿y Bella?

— dormida como un tronco, estaré ahí en un minuto.

— sí pero no dejes...— colgó. — sola a Bella, diablos. — dijo, suspiró y llamó a Maze.

— ¿qué pasa?

— ¿podrías pasar por Bella o llevar a Trixie al penthouse y quedarte con ellas?

— Trixie está con tu mamá, yo también tengo trabajo qué hacer.

— lo sé pero...

— te preocupas más por esa intrusa que Lucifer.

— es una niña.

— es mitad ángel, algo de angelical aparte de su cara debe de tener.

— no sé por qué siguen con ese cuento de que Lucifer es el Diablo, ahora Bella es mitad ángel.

— si quieres pasaré por ella pero se la dejaré a Linda.

— mejor le llamaré a Amenadiel.

— como quieras. — colgó.

— ¿Lucifer vendrá? — preguntó el teniente acercándose a la detective, justo antes de ella llamara al ángel.

— sí, estoy buscando quién cuidara a Bella.

— ¿tú? — asintió. — ¿no debería ser Lucifer quien se encargue de eso?

— aún está aprendiendo a ser padre.

— aún así, Bella no es tu niña.

— pero la entiendo y Lucifer la entiende... creo, perdió a su mamá y Charlotte se separó de su papá, supongo que la entiende.

— yo igual, en parte, perdí a mi hermano y a mis padres, él está en el infierno y mis padres en el cielo.

— no sabes si tu hermano está en el infierno.

— oh claro que sí lo sé, bien. — se volvió a ir y Chloe llamó a Amenadiel.

No mucho después en el penthouse, un adulto estaba subiendo por el elevador, en busca de Bella.

La niña se comenzó a despertar, lo último que recordaba era que estaba comiendo dulces con Trixie y Maze, mirando la TV acostadas en el suelo.

— ¿papá? — bostezó y se estiró para después bajar de la cama, caminó hacia el elevador para bajar al Lux, el barman ya estaba enterado de que el dueño tiene una hija, así que tenía jugos en la barra y leches de sabor en el refrigerador. — ya casi... ya casi... — se puso de puntitas y alcanzó el botón del elevador.

Las puertas del elevador no tardaron en abrirse, dejando ver al adulto.

— ¿qué hace aquí? — sin decir una palabra, la tomó a la fuerza y le colocó un paño con cloroformo en la nariz y boca, dejándola inconsciente.

Ahora sólo le faltaba buscar cómo salir del lugar sin ser atrapado.

Una pequeña diablilla angelical [Lucifer Morningstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora