TEMP 5: SIETE

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Después de el funeral del detective, cada quién se fue a su casa, mientras que Chloe, Lucifer, Maze y Amenadiel se encargaban de algunos asuntos divinos.

— dime todo lo que quieras decirme, este es el momento.

— ¿por qué lo dices? — sólo lo miró. — Bella...

— no me llames Bella, por favor...

— bien, ¿pero al menos puedes decirme por qué?

— no puedo, no quiero que te involucres... y si te digo, obviamente te involucrarás y... no quiero otra muerte.

— qué optimista.

— Buck, estoy tratando de protegerte, ¿sí? Me importas demasiado y te amo, como para hacer que te involucres en esto.

— ¿quieres que te diga todo lo que tenga que decirte pero tú no quieres decirme?

— tienes algo, ¿no? — se sintió más nervioso. — sí, tienes algo que decir y por lo que creo... no es bueno. — él sólo la miró. — Buck, dímelo. — dijo usando su poder.

— Lucy Donato me besó la otra noche. — confesó. — y... yo le seguí el beso.

— ¿qué?

— y no fue una sola vez, fueron dos veces luego de esa. — soltó bajo el hechizo y luego reaccionó, finalmente lo había confesado. — Sam...

— ¿por eso me dijiste que Eddie y yo estábamos libres de culpa? — asintió. — ¿porque tú te besaste con Lucy?

— lo siento.

— esto no lo solucionas con un "lo siento", si hubiera pasado sólo esa vez que te besó, no habría tanto problema pero... ¿dos veces más? ¿En serio, Buck?

— Sam...

— mañana se elegirá quién será Dios e iré a una guerra por ello, voy a tratar que Michael no ascienda al trono del Cielo... mañana estaré de nuevo en peligro de morir por algo que vale la pena... tú no lo haces, fue bueno mientras duró.

— Samara...

— no me vuelvas a dirigir la palabra. — salió del departamento, sólo golpeó la isla de la cocina, frustrado, enojado y triste.

[...]

Pasó el día, tratando de ya no pensar en el bombero, se concentró completamente en la guerra y vengar a su tía Remiel y a Dan.

Sus padres y ella llegaron al Coliseo Memorial de Los Ángeles.

— aún puedes retractarte.

— papá, sabes que no lo haré, necesitan todo el apoyo posible... y soy inmortal.

— pero Michael tiene la Espada Ardiente.

— no importa, si por algo me salieron alas y me volví invulnerable, es por esto. — ambos adultos se miraron, no podían hacer nada para que su hija se retracte de su decisión, sólo aceptarlo y protegerla.

Justo en ese momento llegó Amenadiel.

— ¿dónde está Maze y nuestros refuerzos? — preguntó Lucifer.

— tardarán un poco más de lo esperado.

— mierda... — soltó Samara casi inaudible.

— Sam...

— bien, habrá que hacer tiempo. — aceptó caminando hacia el centro del Coliseo, con su equipo detrás suyo.

— son demasiados ángeles, ¿en serio Maze traerá los refuerzos suficientes?

Una pequeña diablilla angelical [Lucifer Morningstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora