Capitulo 1

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Fiore, Magnolia.

El majestuoso gremio se alzaba entre los distintos domicilios y edificios de la ciudad. Fairy Tail era dirigido por un hombre de carácter fuerte, Makarov. El local se utilizaba como punto de encuentro entre las distintas especies, era una zona neutra, como muchos gremios alrededor de todo el continente. Desde dragones, demonios, cazadores hasta personas malditas y semidioses. En ese espacio cerrado se compartía información sobre los distintos círculos, allí el Reino no tenía poder.

Makarov observaba a la pequeña de cabellos rubios y ojos de un intenso azul, era idéntica a Mirajane. Mila apenas tenía tres años pero era inquieta al igual que su padre cuando joven, Laxus.

Makarov observó enternecido a su bisnieta, Mila Jane Dreeyar, parecía un ángel caído del cielo.

-¿Abuelo has visto a Mila? Mirajane se está volviendo loca buscándola-Laxus se encontraba en la entrada del despacho de su abuelo.

La pequeña se ocultaba bajo el buró mirando con esos inmensos ojos azules a su bisabuelo, se estaba divirtiendo mucho pero sabía que no la delataría.

-Tranquilo Laxus, tu esposa no se debe preocupar. Vi a Mila corriendo detrás de su tío Elfman-el viejo mintió descaradamente salvando el pellejo de la astuta niña que soltó una risilla divertida por la mentira piadosa de su bisabuelo favorito.

-Esa niña es mi perdición-saliendo decidido a buscarla, Laxus se alejó del despacho.

Makarov tomó en brazos a la pequeña mientras ella acariciaba el bigote de este. Siempre le fascinó ese cabello blanco en su rostro.

-Ahora bien, dime por qué te ocultas de tu padre-quiso saber. Mila Jane amaba a su papá, era su príncipe de brillante armadura.

-Solo quería jugar a las escondidas pero papi y mami estaban demasiado ocupados para hacerlo-dijo haciendo un puchero, siempre había sido el centro de la vida de ambos, nunca se había visto eclipsada. Estaba acostumbrada a ser el centro de atención, cómo le decían lo hermosa que era con sus rizos rubios dorados que caían en cascada y esos ojos de un intenso azul que parecía hacerle competencia al del mismo mar.

Sabía que no sería fácil criarla, después de todo su alma estaba dividida en dos. Por el lado de su padre: dragón y en el de su madre: demonio. Su padre Laxus Dreeyar era un niño débil y enfermizo, cuando una grave fiebre amenazaba con arrebatar su futuro, el dragón de rayos dio su vida por él. Electra, una dragón hembra, compasiva y dulce siempre había sentido un cariño especial por el pequeño así que verlo al borde de la muerte hizo lo que su corazón dictaba. Intercambió su vida por la de Laxus, el resultado fue que él ahora tuviera alma de ese criatura temida, con una vitalidad y fuerza sobrehumana pero no poseía la larga mortalidad de los dragones. Era un simple humano más.

Su madre no tuvo esa suerte, lo que fue para Laxus un regalo de buena fe para ella fue una imposición. Mirajane Strauss, la mayor de los hermanos, era la única capaz de contener a Satán. El precio fue su alma y con ello su ingenuidad. Las personas del pueblo la ofrecieron de sacrificio y ella no pudo oponer resistencia. Al igual que su marido contaba con los poderes y fuerza del demonio que habitaba en su ser pero no de su larga existencia. Sus almas estaban corrompidas, tal vez esa fue la atracción entre ambos.

-Jane eso no está bien. Tus padres se preocupan por ti y no puedes asustarlos de esa manera. ¿Entendiste?-ella asintió, su pequeña guerrera que en poco tiempo sería la dueña de muchos corazones por su belleza-Bien, vamos a buscarlos. Lara te extrañaría mucho-la cría resoplo, dudaba que su gemela tranquila y de espíritu dócil la extrañará. No compartía su sed de aventura y preferiría estar entre sus libros.
Makarov con la pequeña en brazos salió de su despacho, observando a su alrededor todas las personas que allí se encontraban. Estaba en casa.

~Aliento de Fuego~ (Natsu y Lucy) [COMPLETO] #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora