Capitulo 17

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La rubia se encontraba hablando con su amiga de la infancia, la princesa Hisui. Era hermosa con su cabellera verde y ojos de igual color que resplandecía como si de joyas se tratara. A su lado su nueva confidente, Levy hablaba entusiasmada con la monarca. Erza, se reía disimuladamente por las ocurrencias de la bibliotecaria.

Sin embargo los pensamientos de Lucy estaban desviados a asuntos de más importancia.

-¿Lucy sucede algo?-preguntó Hisui al ver la expresión de su amiga ensimismada.

La atención se centró en la portadora que ahora sonreía.

- Las propiedades de los Heartfilia son variadas ¿cierto?-una idea alocada se formó en su cabeza y sus amigas la observaron de manera interrogante.

-Si, la principal está en Crocus, las de verano aquí en Magnolia, cerca de Halgueon y hay otras alrededor de Fiore-enumeró Hisui queriendo saber a donde se dirigía Lucy.

- Natsu y yo hablamos sobre Lotos. Los dragones extrañan su hogar y yo quiero que mi esposo sea feliz-explicó la rubia observando con ojos soñadores a la mesa ocupada de Ignia y Natsu.

Hisui sabía que su amiga amaba a ese dragón, se le notaba incluso a la distancia. Ella haría lo que fuera necesario para la felicidad de la rubia. Merecía ser feliz. 

-Es posible. Las tierras de los Heartfilias pueden albergar a cientos de personas. Te concedo tu petición condesa.

Lucy saltó de la emoción y abrazó con fuerza a su amiga. Erza junto a Levy observaban desde la barra la emoción de la rubia con interés.

Cuando la portadora de los doce espíritus se acercó  a la mesa notó el semblante sombrío y tenso de los dos hermanos. No le gustaba verlo de ese modo, así que se sentó  en el regazo de su dragón sonriendo abiertamente.

-Tengo una sorpresa para ambos-al escuchar las palabras de la rubia, Natsu e Ignia embarcaron una ceja.

-¿De qué se trata?-preguntó interesado su dragón acariciando su cabellera rubia.

-¿Qué les parece si la mansión Heartfillia se convierte en Lotos Hall?-al escuchar sus palabras mostraron una expresión escéptica en su rostro-Hable con Hisui, puedo hacer lo que quiera con mi patrimonio y he decidido dárselo a ustedes. No es justo que no tengan un lugar donde vivir y reunirse-continuó Lucy viendo divertida a los hermanos Dragneel sorprendidos. 

Ignia no podía creer lo que decía su cuñada, pensó que era una broma pero sabía que lo decía en serio. El Consejo se alegraría inmensamente por ello. Finalmente tendrían los dragones un hogar. Nunca más serían nómadas.

-¿Estás segura mi chica dorada?- Natsu no quería que después se arrepintiera de su decisión.

La portadora asintió contenta y levantó una jarra de cerveza para celebrar un brindis.

-Te amo, quiero que seas feliz y tu gente de merece esto-dijo chocando ambos vasos y dándole un beso en sus labios.

-Estoy de acuerdo contigo, cuñada. Nos merecemos esto-brindó Ignia admirando a la chica que lo hizo posible.

             Tres Meses Después

Los días y noches vinieron para irse rápidamente con las tareas ajetreadas de la nueva mudanza y la construcción de cabañas para los dragones. Donde antes habían terrenos baldíos cubierto de césped perfectamente recortado y cuidado por los jardineros ahora se alzaban estructuras de las viviendas que las ocuparían los dragones.

La mansión principal estaba ocupada por el Consejo y sus príncipes. Algunos decidieron ocupar propiedades más alejadas de la ciudad, como en las casas de veraneo. Ahora se conocía como Lotos Hall.

-¡Lucy! ¡Natsu! La excusa de la luna de miel ya no cuela-los golpes en la puerta de un Ignia exasperado resonaban en las paredes de la habitación compartida por la rubia y el pelirosa.

Natsu sonrió ignorando a su hermano y apartando el cabello rubio del rostro durmiente de su mujer.

Ojos cafés le miraron ahora despiertos por el ruido que provocó su rey.

-Mi chica dorada, estás despierta-dijo Natsu besando su frente.

Lucy aún se derretía cada vez que escuchaba su voz ronca cada vez que se despertaba y esos gestos tan dulces le llenaban de una alegría indescriptible.

Ella abrazó a su esposo con fuerza, nunca quería dejarlo ir no salir de esa cama y sábanas de rosa pálido que envolvía sus cuerpos desnudos.

-Hola a ti también, dragón feroz-besó sus labios que le llamaban con lentitud y pasión, vertiendo todo su amor en ello.

Natsu depositó besos por su cuello bajando por sus pechos y descansando en su vientre. La rubia acarició las hebras de cereza con ternura y amor.

-Quiero tener un cachorro, chica dorada-su voz salió en un susurro que solamente podrían escucharlo ellos por su cercanía.

Lucy observó el fino dorado que le volvía loca y le obsesionaba.

-Natsu aún es demasiado temprano para un bebé. Te amo, eres mi vida pero la situación con el Reino y Acnologia no es la mejor para una criatura en estos instantes-dijo con seriedad la portadora de los espíritus agarrando su rostro en sus manos.

El dragón suspiró, tenía razón su agrha. No quería poner en riesgo a un cachorro, ya era suficiente Lucy para preocuparse. Aún así anhelaba ser padre, compartir ese regalo con su hermosa chica dorada.

-Lo entiendo pero eso no significa que me guste-Natsu sentó sosteniendo a Lucy por sus caderas mientras ella se sentaba a horcajadas encima de él.

De repente se hizo consciente de su postura y la fricción de sus cuerpos. La lujuria nublaba los ojos cafés que tanto amaba. Sus labios entreabiertos una invitación que estaba gustoso de aceptar.

-Eres insaciable-salió sin aliento, su respiración fallandole.

Lucy comenzó a moverse, frotando su clítoris contra su miembro.

-Montame, chica dorada. Sé que te mueres por hacerlo-ronroneo Natsu impulsándola y acomodándola en su regazo. Estirando su interior para acogerlo.

Ella fue quien puso las reglas está vez, lento y pausado. Sintiendo como encajaba perfectamente en ella. El dorado de sus ojos disolviéndose en el escarlata.

-Eres mía, mi chica dorada-dijo lamiendo su cuello, encajando sus colmillos en su pulso.-Me perteneces para siempre, eres mi devastación-su orgasmo le atravesó como siempre le ocurría cuando Natsu le mordía.

Las palabras no dichas, fueron gritadas a través de sus caricias porque nunca necesitaron decirse Te Amo ya que lo demostraban en cada beso, mirada, toque y sonrisa.

Está es la historia de END y la portadora de los doce espíritus celestiales.
                                              
                               Fin

Esperó que les guste pronto el epilogo.

Gracias a todos los que votaron y comentaron.
Besos y hasta la próxima.

~Aliento de Fuego~ (Natsu y Lucy) [COMPLETO] #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora