Lucy tenía su mente llena de preguntas, hecha un desastre. Sin embargo todos sus pensamientos fueron barridos cuando Natsu comenzó a frotar su cabello con movimientos circulares.
El dragón sabía que la rubia trataba de entender y comprender la verdad que había visto pero ahora no seria el momento. Lavando su cabellera rubia para después enjabonar sus manos y comenzar a lavarla. Masajeando sus pechos, pellizcando sus pezones provocándole.
Lucy no podía pensar, su razonamiento se fue de viaje y se llevó las maletas del sentido común. Ella se volvió líquido en sus manos. Dejó caer su peso en él, sosteniéndola en su lugar. Lucy sintió la erección en su espalda baja, y su vagina reaccionó con una oleada de deseo.
-Pensé que necesitarías más tiempo para descansar-su voz salía en un susurro lastimoso, necesitado. Una suave risa le provocó mariposas en el estómago.
-Soy un dragón, chica dorada. No me compares con el resto de los humanos-dijo Natsu mordiendo su oreja con sus incisivos.
La rubia no quería caer en la tentación pero era tan difícil no hacerlo.
-Sé lo que estás haciendo Natsu-quería que fuera una advertencia pero su voz salió sin aliento.
Lucy sabía que estaba disfrutando. Natsu sonreía como un niño pequeño al que le habían dado un juguete nuevo. Él mordió su cuello, alimentándose de su sangre.
La rubia debía sentir repulsión porque un demonio se estaba alimentando de ella pero no lo hacía. Era todo lo contrario, era adictivo y completamente delicioso. Sin poder evitarlo se arqueó contra él, buscando su polla para que la llenara.
-Solo estoy lavandote ¿ves?
Sus manos se dirigieron hacia su empapado coño que clamaba atención. Insertando tres dedos dentro de ella mientras pellizcaba con su pulgar su clítoris. El dolor mezclándose con el placer. Gimió ante tal tortura tan placentera.
-Te encanta ¿no es cierto? Que te trate como yo quiera, que te someta y que actúes de esta manera solo conmigo-él apretó su seno con su otra mano mientras ella apoyaba sus mano contra la pared.
Lucy asintió encantada con su actitud, la estaba castigando y le fascinaba. Sentía como se acercaba al clímax lentamente.
-Seguramente me follarías con tu boca si te lo pido. ¿No es cierto mi chica dorada? Solo quieres complacer-no sabía porque le gustaba que le hablara de esa forma, o su reacción hacia él siendo un bastardo. Solo sabía con certeza que ella haría lo que Natsu quisiera así que asintió con frenesí.
Natsu sin resistirse más mordió su cuello de forma brutal mientras la penetraba con su pene con rudeza. El dolor que sintió fue fugaz comparada con el éxtasis que sintió después. El placer entre ser mordida y ser penetrada duramente la llevó al clímax. Él la siguió segundos después.
Sus respiraciones agitadas fueron calmándose mientras terminaban de bañarse en la ducha para después secarse. El dragón la sacó del baño y ambos se dirigieron a la suave cama que los llamaba. Lucy estaba agotada.
-Mirajane me matara cuando le entregue la ropa-dijo la rubia con una sonrisa dulce acostada en la cama desnuda.
Natsu sacó del viejo closet una camisa blanca suya y se la lanzó a Lucy para que durmiera. Él sacó unos bóxer solamente sin intenciones de salir de casa.
-Dile que Natsu es un animal y te la arrancó-dijo el pelirosa acostándose en la cama y ella se acomodó encima de él. Descansando su cabeza en su pecho, su mano alrededor de sus abdominales marcando un patrón y piernas enredadas con las suyas.
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~Aliento de Fuego~ (Natsu y Lucy) [COMPLETO] #PGP2023
FanfictionEn un mundo donde existen dragones, dioses, demonios y maldiciones; la magia no existe. Sólo algunos afortunados son capaces de dominar este arte, por ende temen a las criaturas fascinantes y poderosas que conviven entre ellos. Lucy Heartfillia es...