6

713 37 0
                                    

-Jer, ¿dónde están... Oh, lo siento, no sabía que... ¿Sabes que? Yo los buscaré -Y regresó dentro, más rápido de lo que yo podría contar, y sin siquiera esperar respuesta de Jeremy.

-¿Qué fue eso? -Pregunté al despegarme de Jeremy y secarme las lagrimas disimuladamente, con una media sonrisa. Me miró unos pocos segundos, para después desviar la mirada a la puerta y, al igual que yo, dejar escapar una pequeña pero notable sonrisa.

-Stefan está algo loco, no importa -Y soltó una pequeña risa, al igual que yo.

-Chicos -Y miramos de nuevo a la puerta, pero ésta vez no era Stefan, sino la Sheriff Forbes. Jeremy y yo la miramos con interés -Contaremos algunas historias, ya saben, recuerdos en memoria de Elena.

-Iremos en un segundo -Dijo Jeremy con un tono un poco apagado, lo cual era justificable. 

El contar historias y recuerdos en un funeral es una especie de "tradición" de la familia Gilbert la cual conocí cuando tenía 9 años, en el funeral de la abuela de Jeremy y Elena.

-¿En serio quieres entrar? -Y lo miré con ojos tristes e involuntariamente llenos de pena.

-Tengo que hacerlo -Y bajó la mirada.

-No, Jer, no tienes que -Y lo tomé con mis manos por la barbilla, para después subir su mirada hacia mi de nuevo -Podríamos ir a algún otro lugar, ya sabes, olvidarte de todo por unos 5 minutos -Y al instante, su pequeña sonrisa volvió a encender su cara.

-¿Sabes por qué te quiero tanto? -Y me dio otro gran abrazo, para después entrar.

^*^*^*^*^*^*^

-Muy bien _____, creo que es tu turno -Dijo Caroline con una sonrisa algo apagada. Todos ya habían contado un par de historias sobre Elena, y era mi turno.

-Bien, no diré nada como "Elena era perfecta" o algo así, ya que no lo era, nadie lo es y bueno, ella fue una gran amiga desde siempre. El compartir cuna con ella fue un enorme privilegio -Y miré al suelo, sonriendo, mientras todas las miradas estaban sobre mi, esperando más de aquellas palabras -Una de las historias que siempre recordaré fue el día de mi cumpleaños número 11, ella y casi todos los aquí presentes aparentaron haber olvidado mi cumpleaños, lo cual me hizo sentir muy mal por cierto -se escucharon algunas risas -Pero, al llegar a casa después de la escuela, tuve una gran sorpresa por parte de todos ustedes. Todo iba perfecto cuando mi padre llegó con medio Grill encima y aún con media botella en la mano. Él comenzó a decir algunas estupideces sobre todos y comencé a llorar, hasta que Elena se acercó a mi y me dijo "mira esto", después se puso frente a mi padre y comenzó a gritarle tantas cosas que no puedo mencionar ahora, ya que no sería correcto -y di un pequeño suspiro- ella hizo que mi padre se fuera, ella me defendió... -tomé un sorbo de mi café, que hace un tiempo había tomado de la cocina, con una pequeña sonrisa.

-No sabes cuánto te extrañamos ______ -Dijo Jenna con sus ojos un poco llorosos y, sin embargo, una gran sonrisa.

-Y yo a ustedes -Y comenzaron con otra historia más.

Todo El Mundo Tiene Derecho A Ser Feliz (Damon Salvatore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora