P.D.V Stefan
Un gran tronco comenzó su no tan larga caída sobre _______ y al instante, sin dudarlo, corrí lo más rápido que pude utilizando mi velocidad vampírica para tomarla en brazos, evitando que aquel gran tronco cayera sobre ella. Salí del bosque, quedando a mitad de la calle en frente de la casa Gilbert para después bajar a _______.
-¡¿Qué fue eso?! -Preguntó exaltada.
-No, tú dime qué fue eso. Eso pudo haberte matado y te quedaste ahí, sin más -Dije, medianamente furioso y tratando de desviar el tema.
Ella cambió a una postura un tanto más incómoda y me miró con ojos cansados.
-Cayó muy rápido, de todas formas no habría podido hacer nada.
-¡Cubriste tu cabeza solamente! Ahora estarías muerta -Dije, sin apartar ni un segundo la mirada de ella, y no pude evitar fijarme en el hecho de que la luz de la luna reflejaba su cabello castaño, al igual que sus ojos medianamente marrones, medianamente miel. Reflejaba todas y cada una de sus expresiones.
No sé por qué estaba tan furioso con esta chica. Hace unas cuantas horas no sabía ni que existía y ahora, en este justo momento, estoy preocupado y algo nervioso por ella, no podía evitarlo, no podía evitar el hecho de que quisiera protegerle. Tal vez era por la pérdida de la persona que más llegué a amar, o tal vez era por el hecho de que simplemente así soy, no lo podría evitar.
Después de unos segundos subió la mirada hasta conectar con la mía y su expresión se tornó aún más triste y furiosa.
-¿Por qué vivir cuando lo único que hay en tu vida es sufrimiento? -Dijo después de unos segundos, sus ojos comenzaron a lagrimar, pero en ningún momento cambió su expresión -Mi vida es un completo desastre. Es un infierno. Cada día el dolor vuelve; el dolor de la pérdida, de la soledad. Lo mejor que podría pasarme sería desaparecer.
Estaba perdida completamente.
De repente y sin previo aviso, comenzó a llover a cántaros. Una lluvia lo bastante fría para cortarte la circulación en unos cuantos minutos. Comenzaron a retumbar truenos a lo lejos y el cielo se iluminaba a la par. Una gran tormenta había comenzado.
-Escucha, sé lo que has pasado, yo también he perdido a tantas personas a lo largo de mi vida, sé que es un asco, pero la vida sigue, con o sin ti, y debes saberlo. La vida es corta -Por lo menos para ti, pensé -Y es por eso que debemos aprovechar cada segundo, superarte a lo largo del camino, no rendirse.
-Me rendí hace tanto...
Y de repente las luces de un auto interrumpió nuestra plática, iba directo a ______. Ella lo miró y cerró los ojos, sin siquiera moverse.
Corrí hacia ella y la aparté del camino con gran rapidez. Miré hacia atrás y vi algo de lo más extraño, el auto siguió sin parar o hacer sonar el claxon, como si no nos hubiera visto en lo absoluto.
-Vamos adentro -Dije al mirarla. Temblaba y ocultaba su cara detrás de su chaqueta, la escuchaba llorar.
-Esta bien -Respondió con la voz cortada y de lo más bajo.
Al instante volví a tomar en brazos y, al llegar al porche, la bajé. Ella me miró a los ojos.
-Debería cambiarme -Dijo sin más, para después perderla de vista detrás de la puerta principal, chorreando pequeñas gotas de agua.
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Todo El Mundo Tiene Derecho A Ser Feliz (Damon Salvatore)
FanfictionToda mi vida cambió al recibir una llamada, mi mejor amiga de la infancia, Elena Gilbert, había muerto. Debía regresar al lugar donde había tantos recuerdos de tantas personas, de las cuales ninguna seguía con vida.