Jimin ha tenido pesadillas a menudo.
Tras su primer encuentro con Yoongi, la huida y su embarazo, las pesadillas se han convertido en una especie de constante en sus noches y varían tanto, con tantos escenarios distintos, que Jimin no puede prever cuando sucederá o que las desencadenará.
Recuerda una en particular.
La primera vez que vio a Yoongi tras el escape tenía seis meses de embarazo y el hábito de mirar tras su hombro todo el tiempo. Fue en un reportaje minúsculo en un noticiario de la noche, con lejanas tomas del heredero del imperio Min y sus particulares compañías. Esa noche soñó que estaba de vuelta en aquella cama, que el alfa le poseía por entero y le marcaba como suyo sin que pudiera evitarlo. Luego Yoongi usaba sus propias garras para sacar a la criatura de su vientre gritando que estaba demasiado ansioso para esperar.
Jimin despertó sudando, atrapado en un llanto sin sonido que se negaba a salir de su garganta.
Nunca ocurrió de nuevo o, al menos, ninguno le afectó tanto como ese lo hizo. Hubo más, pero parecían pequeña cosa comparado con lo que sintió esa vez.
Ahora, cuando puede ver la mansión de los Min desde la carretera y ya se adivinan las puertas de entrada, aquel sueño palidece y se vuelve insignificante.
Las tres horas del viaje han sido mas que insoportables y, para cuando llegan, Jimin tiene grabada la feroz mirada de Yoongi como nuevo material para sus sueños, pues el alfa no ha parado de mirarle por los espejos del auto. Intercalándose entre él y el pequeño que duerme entre sus brazos.
"Ya sé como luce, Jimin. Sería una pena que le pasara algo..."
Las palabras del alfa antes de partir aun hierven en sus oídos y le impulsan a controlar su miedo mientras actúa todo lo frío que puede.
Mastica su labio inferior con insistencia cuando el beta -NamJoon- desciende del auto una vez dentro del complejo terreno previo a la mansión. Yoongi le sigue y, por un momento, Jimin recuerda la única vez que estuvo aquí. La sensación de pánico al verse solo cuando su tío y el chofer bajaron, o cuando la puerta se abrió y fue obligado a salir.
Esta vez, la puerta abierta del auto conlleva a un Yoongi impaciente que extiende su mano hacia él para ayudarle a salir.
Jimin no la toma.
"¿Siempre eres tan poco amigable?"
"Con la gente que me secuestra sí."
Apoya los pies con firmeza en el suelo pulido y sostiene al cachorro contra su pecho cuando sale. JungKook se remueve poco, adormecido por las horas de viaje y el constante arrullar que Jimin ha hecho para él. Sigue dormido y prefiere que siga así, al menos hasta que él tenga idea de que hacer.
"Sigueme. NamJoon se encargará del resto." ordenó el alfa, dándole la espalda y encaminándose a los escalones principales.
Hay un pequeño barullo cuando comienza a hacerse visible la línea de criados que sale a toda carrera de la casa, con uniformes prístinos al estilo inglés. Se forman en fila, hombres y mujeres cada uno por su lado, en orden jerárquico.
En el centro, un hombre alto de cabellos castaños y rostro impecable hace una reverencia.
"Amo Min. Finalmente llega-..."
Y su cara se congela en cuanto cruza miradas con él.
Jimin agacha la cabeza y entierra la nariz en los cabellos oscuros de JungKook, pero sabe que es demasiado tarde porque el beta que porta el uniforme de mayordomo principal le ha reconocido y, lo que es peor, mira con espanto a la criatura en sus brazos.
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Ciel Brûlant❄ MYG & PJM
Werewolf"Vuelve a morder tu labio y, la próxima vez, seré yo quien lo haga por ti." Donde Yoongi es un alfa y Jimin un omega. Y eso es todo lo que importa. +votos+comentarios+visualizaciones= ACTUALIZACION.