Ciel Brûlant❄ MYG & PJM

18 - Seulement toi et moi ☀

Escuchen la canción, gracias.

♪Just me and you -Taemin♪

Pasó una hora antes de que realmente iniciara la conversación entre los alfas y Jimin trató de pensar en otras cosas mientras esta sucedía.

Pensó en JungKook y en lo preocupado que estaba de alejarse de él. Era la primera vez que se separaban en que no estaba completamente confiado de su seguridad pues, si bien le debía su vida a Jin, a penas y lo conocía.

Marcó el número del beta una docena de veces en intervalos de tiempo tan cortos que resultaban ridículos, hasta que el hombre le mandó a la mierda y le pidió que por favor, le dejara dormir.

"JungKook está profundamente dormido ya. Vas a despertarlo con tantas llamadas, maldita sea" masculló Jin a través del teléfono, su voz sonaba profundamente adormilada también. De alguna manera le hizo sentirse mas tranquilo. "Todo está perfecto, Jimin-ah. Regresa a salvo"

Apretó el teléfono contra su pecho en cuanto colgó, anhelando de alguna manera que aquello bastase para calmar su mente por un rato.

Lo que por supuesto no hizo.

Si algo malo le pasara JungKook mientras no estaban juntos, no habría mas motivos para seguir intentándolo. Jimin seria capaz de entregarse al alfa con tal de que él terminase con su vida.

Pensó en esa posibilidad durante tanto tiempo que brincó torpemente en su sitio cuando sintió la voz lejana de Yoong devolverlo a la realidad y no pudo mas que dar una mirada en dirección al hombre.

Le molestaba.

Dios.

Le molestaba estar en este lugar, rodeado de alfas que se parecían lo suficiente a lobos hambrientos, atrapado en una situación que no pidió. Le molestaba que le mirasen como si no fuese mas que un trozo de carne; pues definitivamente no extrañaba esa parte de ser omega. Le hacía sentir al menos cien veces más vulnerable de lo que se sabía ya estaba.

Pero lo que lo tenía rabiando era que su vista, inconscientemente, buscaba a Yoongi cada vez que se alejaba para sentirse protegido. ¡Protegido! Cuando Min Yoongi no había hecho mas que destrozarle la vida y cualquier oportunidad de ser normal, su estúpido cuerpo se empeñaba en recordarle que él podía mantenerlo a salvo. Su lobo omega parecía estar lo suficientemente asustado ante las feromonas alfas y la ausencia de su cachorro como para anhelar la presencia de ese alfa en cuestión.

Maldijo su instinto, maldijo a su casta y a su suerte. Guardó el teléfono en su bolsillo y se encaminó, sin mucho deseo, devuelta al hombre.

Min Yoongi estaba sentado en un sillón afelpado rojo, rodeado no tan de cerca por otros alfas que, aunque parecían querer guardar las apariencias, se veían bastante desesperados por entablar una conversación con el.

Yoongi no miraba a nadie mas.

Yoongi lo miraba a él.

Y Jimin tenía que admitir que, si la situación no fuese la que es, si él no fuese Park Jimin y el alfa Min Yoongi, si la vida no los hubiese hecho conocerse de la manera en que lo hizo, se sentiría atraído por él.

Porque Yoongi está rodeado de alfas y se las arregla para ser el foco de atención. Porque brilla con luz propia, incluso en la oscuridad, como lo hacen aquellos bendecidos con la sangre pura de los Min. Porque tiene un magnetismo animal que hace que todo gire en torno a él, incluso si es desagradable y se sabe superior.

Yoongi es un alfa puro y es su destinado.

A Jimin se le estremece el cuerpo de pensar que fue este alfa el que la diosa luna escogió para él. El que le dio un cachorro y casi una marca.