Taylor Swift - Don't blame me
Yoongi no puede apartar la mirada, cautivado con cada uno de los movimientos del beta que preparaba su café tras la barra.
El muchacho no debe cumplir más de veinte años; la piel de sus mejillas perfectamente sonrojada y sus ojos increíblemente azules sin poder mantenerle la mirada.
Dios.
«¿Qué clase de chico de Seul es capaz de sonrojarse en estas fechas?»
Yoongi tiene que apretar los puños sobre la barra para mantenerse en control, mientras su lobo ruega por tocar al chico. Desesperado por tomar y tomar, llevado por una necesidad insana como nunca antes había experimentado.
El beta camina de vuelta hacia él, con la mirada baja y el semblante ensombrecido.
"Su orden, señor."
Y es su voz, joder.
Yoongi está asombrado de lo dulce y melódica que esta es, incluso si por la hora debe de estar agotado. Es suave y le hace sentir un cosquilleo irritante en el pecho. Una especie de anhelo ilógico por el chico.
Un Min siempre toma lo que desea.
"Estoy curioso de ti." dice, llevando la tasa humeante de café negro hacia sus labios. "¿Puedes hacer algo respecto a eso?"
El chico, Jimin, parpadea como si no entendiera una palabra de lo que escuchó. No hay un alma en todo el local y tampoco ruidos en la calle, por lo que Yoongi solo le mira sin intenciones de repetirse.
Y quizás no espera la respuesta cortante que recibe."Si su curiosidad no tiene que ver con el café, no tengo porque saciarla." corrigió, sin tacto alguno.
No puede evitarlo, la sonrisa tira de las comisura de sus labios. A Yoongi le encantan las presas que se resisten al inicio, sobretodo porque estas terminan siendo las mas necesitadas de su toque después.
Suspira.
"¿No se supone que debes ser amable? Soy tu cliente."
"Tengo libertad de escoger si quiero servir a alguien o no" anunció el beta. "Y a usted no quiero."
"¿Y por qué sería eso?" cuestiona divertido.
"Tiene sangre en la ropa." señala y se da la vuelta hacia la mesa que contiene todos los electrodomésticos. La voz no le tiembla ni un poco cuando, lo normal y aconsejable, sería estar en total pánico.
Yoongi baja la vista y, en efecto, las mangas de su blanca camisa están salpicadas de la sangre del traidor. Y es que no se explica como hay gente que se las arreglan para joder incuso tras su muerte. El mesero podría estar llamando a la policía ahora mismo o, como mínimo, completamente asustado de él.
Pero no ocurre nada.
Yoongi mira asombrado como el beta continúa limpiando y organizando primorosamente cada detalle, sin voltear a verle. Pero sin llamar a la policía o entrar en franca esquizofrenia.
Completamente calmado, como si confiara en que Yoongi no va a dañarlo.
Y eso podría ser un error. Al menos tratándose de él.
Pero, por esta vez, va a dejarlo pasar.
El alfa no puede negar que su curiosidad por el chico crece y crece con cada segundo que permanece mirándolo. Y su necesidad parece crecer tanto o mas que sus ansías de saber.
Y es que necesidad parece el término incorrecto, cuando Yoongi nota que ha pasado casi una hora mirando al joven, sin apenas hacer otra cosa. Su lobo está más que despierto, dando vueltas en círculo y reclamado cosas que no quiere entender, mientras busca insistentemente algo.
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Ciel Brûlant❄ MYG & PJM
Werewolf"Vuelve a morder tu labio y, la próxima vez, seré yo quien lo haga por ti." Donde Yoongi es un alfa y Jimin un omega. Y eso es todo lo que importa. +votos+comentarios+visualizaciones= ACTUALIZACION.