Ciel Brûlant❄ MYG & PJM

4 - Bois❄

SYML - Fear of the Water

Alcanzar la carretera principal fue un reto para Jimin. El bosque del que había hablado con el beta no estaba tan tupido como imaginó, y fácilmente podía ver la carretera de la casa, pero la oscuridad propia de la hora hacían todo el doble de difícil.

Se tropezó varias veces y se calló otras. No tenía idea de que tan profundo debería caminar para no ser detectado por alguna cámara, pero tampoco quería alejarse del camino porque la oscuridad lo haría perderse casi de seguro.

Le tomó una hora aproximadamente para llegar a la intersección, y casi se hecha a llorar cuando ve los primeros autos. Era temprano aún, pero estaba seguro de que algo tomaría. Una vez lejos de allí ya pensaría para donde ir.

Minutos mas tarde, un camión se detiene cerca de él, dispuesto a que subiera.

Jimin sabe que no luce bien, después de todo, cada día aparecen nuevos omegas muertos en el noticiario. Este bien podría ser un caso y una vez que suba no va a tener forma de escapar.

Pero no hay paradas de autobús cerca, ni se puede dar el lujo de exhibirse en plena calle a pocos quilómetros de la casa donde huye. Además de que el neutralizador no le servirá mucho tiempo y debe estar seguro para cuando el olor vuelva.

Nuevamente, no tiene mas opción que confiar en la humanidad que tantas veces le ha fallado, y subir al camión.

Para su sorpresa, es una mujer beta quien lo conduce. La señora tiene aspecto tosco, rural, y habla con un fuerte acento que identifica de la Isla Jeju. Le dice su nombre: MiKyung.

Hablan un rato, más ella que él que solo se limita a asentir, y finalmente la beta detiene el camión cerca de una estación de trenes, como favor.

"¿Vas a estar bien, muchacho?" pregunta cuando lo ve bajar. "Oliendo así, quiero decir. Soy beta y puedo oler el celo en ti. No quiero imaginar que pensará un alfa."

Jimin sabe que es verdad. Esperaba que el aroma a alfa aplacara la situación, pero el inhibidor y el cambio de ropa han quitado casi todo lo que dejó el alfa Min, pese a los deseos de su omega.

"Toma" dice la mujer extendiendo una tirilla de pastillas hacia él. "Son de mi hija mayor. Es omega, como tu, y siempre olvida su ciclo así que deja inhibidores por todas partes."

Jimin toma las pastillas y agradece con una reverencia, porque no tiene nada mejor que darle que su gratitud. Recuerda el dinero que le dio el beta, toma unos billetes y se los extiende a la mujer, quien niega ofendida.

"No tienes que darme nada. No sé por lo que estas pasando, pero viendo tu estado y la hora en la que te encontré puedo imaginarlo." explicó. "Tengo hijos, y si se vieran en tu situación, quisiera que alguien los ayudara como yo a ti. La verdad me apena no poder hacer más, pero mi poder llega hasta aquí."

"Hizo demasiado" agradece Jimin. "De verdad, estoy agradecido. Espero poder retribuirle algún día."

"Solo ponte a salvo, niño."

La beta le sonríe, siendo el segundo gesto benevolente que recibe Jimin en el día. Ambos de parte de un beta.

Y Jimin decide que esa podría ser su nueva naturaleza si logra esconderse.

[[...]]

NamJoon ha terminado de desayunar, y la verdad no le apetece ponerse a remover cadáveres tan temprano en la mañana, pero trabajo es trabajo.

Ha estado trabajando para los Min desde que tiene memoria. Es un negocio familiar, dicen, pero nadie sabe hasta que punto es una cosa familiar. Si naces dentro de esta casa, naces con una posición. Así, como su padre fue por muchos años la mano derecha de Madame Min, es su deber seguir los pasos de Yoongi como futuro líder.