Ciel Brûlant❄ MYG & PJM

7 - Doux & Amer❄

James Young - Come Back for me

Seis años después:

Por el oscuro callejón, un hombre corría a toda prisa hacia su muerte. Su brazo sangraba y el olor a sangre fresca y abundante era un macabro, pero irónico, parecido a las migas de pan del cuento infantil. Yoongi ni siquiera estaba corriendo para buscarlo. El olor lo guiaba directamente.

"¡Ya sale de donde quiera que te escondas, amigo!" canturreó el alfa en voz alta. "Puedo olerte, Woong-ah. No tiene sentido gastar energía."

NamJoon, tras él, agudizó el oído e hizo señales a los dos betas que le seguían para que se dispersaran. Todo permanecía en auténtico silencio y calma, pero era lógico que la persona que buscaban estaba ahí. Solo hacía falta ver los alocados ojos de Yoongi para saber que podía sentir a la víctima cerca. Era espeluznante el hábito de caza que había adquirido con el paso de los años.

Pero trabajo es trabajo, NamJoon no se quejaría incluso si a veces temía que Min Yoongi terminara matando a todos sus guardaespaldas, él incluido.

"SuWoong- ssi, mi paciencia se está agotando, querido." volvió a gritar Yoongi, sonriendo cuando su vista captó un movimiento al frente. "Sale para que hablemos, ¿sí? Encontrar tu cadáver desangrado no es algo que quiera hacer ahora."

Para sorpresa de NamJoon, en pocos segundos, la figura del beta de cabellos rubios se hizo visible. Su aspecto magullado y descomido no tenía nada que ver con el hombre que había trabajado a su lado por más de 6 años. Estaba pálido y tembloroso, con la ropa hecha tirones y sangre seca cubriendo casi todas las prendas. Pero sobrevivir un semana en las mazmorras de Yoongi no le había afectado tanto si había logrado huir hasta aquí.

De nuevo, SuWoong tenía los días mas que contados si le preguntaban a NamJoon.

Era un poco triste, pero es lo que es.

"¡Ahí estás!" gritó Yoongi sonriente cuando el beta caminó unos pasos hacia ellos. Su brazo herido sangraba copiosamente, mas su mirada estaba fija y determinada. Y su arma cargada en su mano sana. "Baja el arma, tesoro. Nadie quiere que te lastimes."

El beta dio otros tres pasos y se detuvo, bajando el arma con mano temblorosa.

"¿Qué tengo que hacer?"

Yoongi estaba tan extasiado. Sus ojos estaban brillantes y la presencia de su alfa tan fuerte y densa como pocas veces, disparando feromonas a su alrededor. Para NamJoon la fuerza del olor era francamente demasiado, incluso con su naturaleza beta.

"¿No fui claro sobre lo que quería de ti?" Yoongi colocó una de sus manos sobre su propio pecho e hizo una dolorosa mueca. "Oh, dios. Perdona. Creí que fui claro contigo al pedirte que mataras al omega japones. ¿Como era que se llamaba...?"

"Yuta, señor."

"Yuta-kun, eso era." exclamó feliz el alfa Min, volteandose un segundo para palmear con cariño la mejilla del beta a su espalda. "Gracias Nam, tu siempre tan eficiente."

NamJoon giró los ojos, demasiado cansado para seguirle el teatro al Jefe hoy.

"Ah, SuWoong-ssi, solo tenías que matar al bonito omega de Hirokawa. No te pedí nada dificil, ¿cierto? Pero, ¿qué fue lo que hiciste, en cambio?"

El beta herido bajó la vista.

"Lo follaste." completó Yoongi, ahora sin rastros de humor. "Si hubieses hecho eso, y luego le hubieras matado, te perdonaría. Pero, de nuevo, ¿qué hiciste tu?"