12 - Ami drôle, destin❄

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Bilie Eilish - No time to die

Jimin dejó la bolsa sobre la mesa y corre hacia el cuarto.

"¿Terminaste ya?"

JungKook levantó la vista hacia su madre y negó, frunciendo los labios en un puchero inconforme. El cachorro siempre se entristece cuando no logra hacer algo por si mismo y, esta vez, Jimin no creía tener el tiempo para enseñarle.

No esta vez.

"Mamá lo hará por ti." dijo el omega, inclinándose al lado del menor para continuar la labor de empacar sus prendas.

"¿A donde vamos?"

"Vas a casa de tío TaeMin." corrige.

"Pero es de noche." refunfuñó el cachorro, pasando su puño por uno de sus adormilados ojitos. "Ya tengo sueño, mami. ¿Podemos dormir un poquito?"

Jimin negó con la cabeza y movió el cierre de la mochila para asegurarlo.

"¿Por qué no?"

"Porque mami tiene otro trabajo y tiene que irse pronto." mintió. "Van a darme mucho dinero y voy a poder comprarte juguetes, conejito. Por eso tengo que ir."

"¿Muchos?"

"Montones."

JungKook pareció pensarlo, jugueteando con sus dedos y mirando a Jimin con duda. Terminó negando con la cabeza.

"No quiero juguetes. Quiero que te quedes aquí. No me gusta estar en casa de tío. Quiero estar contigo."

"Bebé.." pidió

"Nunca estás conmigo, siempre estás trabajando. ¿Por qué no podemos quedarnos aquí?"

"Mami te buscará en tres días, bebé. Solo tres días y te prometo que pasaremos un montón de tiempo juntos después."

"No quiero ir sin ti."

"Amor, no te lo estoy pidiendo. Tienes que ir y quedarte con TaeMin-ssi por unos días. No hay otra forma."

"Pero mamá.."

Jimin hizo una mueca y negó.

"No llores, JungKook. Por favor, ya es bastante difícil para mamá." ordenó.

El cachorro comenzó a llorar con fuerza, haciendo puñitos con sus manitas y limpiando sus lágrimas para contenerse. Hipaba violentamente y a Jimin se le rompió el corazón de solo verlo.

Abrazó al niño contra su pecho y permitió que el cachorro olisqueara su inexistente aroma. El omega besó los cabellos oscuros varias veces y luego besó las mejillas húmedas que continuaban llenándose de lágrimas.

"Mamá." clamó el menor.

"Ya sé, bebé. Lo siento. Lo siento mucho."

"No quiero que vayas sin mi. Llevame. Yo te cuido."

El omega sonrió y hundió su nariz en el cuello del cachorro. Olía a talco suave y a leche. Olía a bebé aún. Era un bebé y jodidamente no debería pasar esto.

"Sé que me cuidas, conejito." afirmó dulcemente. "Pero no me va a pasar nada. Es solo trabajo. ¿Alguna vez me he lastimado en el trabajo?"

"No."

"¿Entonces por qué te preocupas? Solo son tres días, mi cielo. Volveré a penas abras los ojitos, te lo prometo."

El cachorro se apartó un poco y le miró a los ojos. Los ojos de JungKook eran increíblemente negros, como pozos sin fondo, y brillaban luminosos por las lágrimas.

Ciel Brûlant❄ MYG & PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora