Capítulo 26

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Capítulo 26:"No-cita"

—El rojo, no me gusta—hizo mueca Paula.

— ¿Por qué no? —la miro molesta Sara—Se verá como una diosa.

—No es para ocasión—tomo el vestido y se lo lanzo en la cara.

—Claro que sí—le devolvió el vestido.

Paula rodo los ojos, —Sara, porque el rojo sea tu color, no significa todos lo usaremos.

—Tampoco porque uses el color negro y escuches rock, todos lo aremos—le guiño el ojo Sara.

Empezaron a discutir entre ellas, para intentar buscarme un vestido.

— ¿Por qué acepte ir?—exclame cansada.

Ellas se giraron a mirarme como psicópatas y con una mirada molesta, solté una risita nerviosa.

—Olviden lo que dije—levante las manos en son de paz.

—Aceptaste ir, porque te gusta—Sara camino hacia mí y me dio una sonrisa.

—Y porque el tipo es sexy, algo idiota, pero sexy—se encogió Paula de hombros.

Tocaron la puerta de la habitación haciendo que las tres nos giráramos a ver la puerta.

— ¿Tus padres están? —me miro Sara confundida.

—No—respondí nerviosa.

— ¿Y entonces? —me miro Paula, me quede callada—¡Es un asesino que viene por nuestros cuerpos! ¿Dónde esconderá nuestras uñas? ¿De qué forma nos matará?

La mire aterrorizada.

—PAULA—chillo Sara.

—Solo decía—rodo sus ojos—Pero me gustaría que me matará de última para ver como las mata a ustedes.

Me levante de la cama, dispuesta a caminar hacia la puerta y abrirla.

—Mejor, voy abrir la puerta—suspire cansada.

—NO—grito Paula—La que muere de primero, siempre es la más tonta o la más zorra.

¿Cómo sabía ella eso?

— ¿Qué? —la mire confusa.

—Lo que quiero decir es que Sara, vaya abrir la puerta—sonrió.

— ¿Soy una tanta y zorra, para ti? —la miro asombrada y dolida Sara.

Paula frunció el ceño y asintió, —Exactamente.

— ¿Solo eso? —susurro.

—Solo eso—le respondió Paula.

Aproveche que se distrajeron para caminar hacia la puerta y la abrí, encontrándome a una Lau, nerviosa y jugando con sus dedos.

—Hola—le sonrió.

—Hola, espero no incomodar.

Negué la cabeza y la hice pasar, —No incomodas, te necesitábamos.

Escuche como Paula y Sara soltaron unos chillidos inconformes, les di una mira molesta.

— ¿Qué hace ella aquí? —pregunto Sara de brazos cruzados.

—Yo la invité—mordí mi labio nerviosa.

— ¿Pero qué mierda la invitaste? —gruño Paula—Su novio, nos trató como basura.

Las mire con una sonrisa triste—Lo sé, pero—

—Nada de peros—me interrumpió Sara—Nos cambió por un pene.

Finales Escritos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora