Capítulo 38

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Leean el inicio del capítulo, hice una corrección por un error que hubo al pegar el capítulo de Word. No se pegó la parte de la confesión de Adrien a Amelie. Perdón me di cuenta hasta ahora :( 

Capítulo 38: "Juntos"

Estoy tan jodidamente enamorado de ti, ladrona.

Mi corazón late con fuerza, siento mi cuerpo temblar... las mariposas de mi estómago aletean con fuerza. Me intento contener, siento que voy a vomitar en cualquier momento. Siento mis ojos humedecerse, siento una chispa que me hace estremecer.

—Adrien, yo-

—Shhh... Amelie antes de que digas algo, quiero que sepas que estoy perdidamente enamorado de ti, no lo quería decir en esta situación—me confiesa—Pero mis sentimientos por usted son completamente reales y sinceros. Eres la dueña de mi mundo, eres la musa de este escritor.

Me voy a desmayar, me voy a desmayar.

—Te pido que no me digas nada en este momento, porque no es la confesión de amor que te mereces, mi amada pequeña—besó mi frente—Pero que quede claro, que tu eres la única dueña de todos mis suspiros, de todos mis develes escribiendo, eres la dueña de mi inspiración para escribir y la dueña de cada latido de mi corazón. Te pertenezco en esta vida y en las próximas.

Sentí mi cuerpo temblar, mis vellos se erizaron por completo y de mi corazón salió un.

—Te quiero.

él me sonrió,—Querer es poco para lo que siento por ti. Pero quererte lo hago y lo haré siempre. Te quiero, ladrona.

Me lanzo a sus labios devorándoles por completo, mientras suelto una que otra lágrima, siento mi pecho a punto de explotar por lo rápido que late mi corazón. Me besó con tanto amor, que siento que estoy en el cielo.

Me dejo llevar por completo, el beso se intensifica y ya no es un beso dulce se convierte en un beso lleno de deseo y pasión. Adrien llevó la mano a su cuello y me atrajo a él, mientras nos besábamos con desespero. Podía sentirme en las nubes, cuando en realidad estaba ardiendo en llamas.

—Te voy a follar. Tan duro, ladrona—susurro.

—Hazlo—contestó—No puedo esperar a que me folles, mi estúpido escritor.

—Y yo no puedo esperar, por probar tu coño—y sin más vuelve a estampar sus labios con los míos.

Nuestras lenguas luchan con desespero, en un beso necesitado llevo mis manos a su cuello, él me sostiene de las caderas pegando nuestros cuerpos de manera desesperada. Me restriego a su cuerpo cuando siendo su dura erección en mi estómago logrando que lo prenda más, siento sus grandes manos en mi trasero apretándole fuertemente, me toma por este levantándome enrollo mis piernas en su cadera sin finalizar el beso.

Me lleva hacia la cama para sentarme allí, me acuesta sobre el colchón llevó mis manos hacia su camisa, acariciando por dentro tocando su duro abdomen marcado, muerde mi labio haciéndome jadear. Adrien no se queda atrás siento sus dedos recorrer mi cuerpo, siento como me despoja de mi blusa. Hago lo mismo con su camisa arrojándola a no sé qué parte de la habitación.

Me levantó hacia él y en una maniobra ya estoy yo encima de él, sintiendo su erección en mi entrepierna. Me muevo en busca de fricción de nuestros cuerpos, siento como mi interior se humedece cada vez más. Él lleva sus manos a mi espalda, desliza sus dedos con suavidad haciéndome suspirar, con una mano me desprende el brasier.

Su mirada está directa en mis pechos los cuales están totalmente expuestos, veo como su mirada se oscurece por completo, para acercar sus manos y tocarlas.

Finales Escritos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora