Capítulo 32

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Capítulo 32: "Realidad"

— ¿Aló? —hable soñolienta.

—Amelie—escuché una dulce voz en la línea—Lamento la hora cariño, pero quería saber si estabas con Adrien.

¿Adrien? ¿Eh? ¿Qué? ¿Dónde mierda está?

Me reincorporé en la cama rápidamente, —Hola Cissy, Adrien no está conmigo.

Aclaré rápidamente, algo nerviosa.

— ¿Cuándo fue la última vez que lo viste? —me preguntó.

Ok. Esto se esta puniendo raro y mis nervios están aumentando.

—El sábado en la tarde, se fue bajo la fuerte lluvia—le informe— ¿Sucede algo?

—Nada de qué preocuparse—me aseguró, pero su voz sonaba ¿insegura? — ¿Se fue bajo la lluvia? ¿Te dijo por qué se tenía que ir así de apurado?

Solo dijo que quería que todo saliera perfecto, para nosotros y que yo realmente lo valía. Pero eso no le debía decir a Cissy y mucho menos, sin el permiso de Adrien, ya que no era una cuestión mía, era de él y él no confía en ella.

—Solo hablamos un rato y dijo que debía solucionar algo—medio mentí, mordiendo mi labio nerviosa— ¿Cissy sucede algo con Adrien?

—Oh, nada cariño—se produjo un gran silencio— ¿Has hablado con él, después de eso?

—No, nada—<<<que raro>>>—Narcissa, necesito que me digas que sucede.

—Amelie—me llamó—Nadie ha visto a Adrien, desde el viernes y hoy es mitad de semana. Nadie sabe nada de él, desde hace cinco días.

<<<Cinco días>>> Hace cinco días le había confesado que me gustaba y él había correspondido a mi. ¿Era mi culpa? Si era así, porque no me lo dijo.

Tragué grueso.

— ¿Qué?—fue lo único que salió de mi boca.

—No hemos visto a Adrien—repitió con voz cansada—Lo he llamado unas mil veces y no me contesta. ¿Segura qué no te dijo a dónde iba?

—No.

Y era cierto, él no me dijo a donde iría solo me dijo que tenía que adelantar algo.

—Por favor, Amy—me suplico Narcissa a través del teléfono—Si sabes algo, solo dilo. Adrien podría estar en problemas.

Acaso ella estaba tratando de... ¿manipularme? O esta insinuando que yo se algo.

—Realmente no sé dónde pueda estar—murmuré—Adiós, Narcissa.

—Si sabes algo dime—me pidió—Tampoco te preocupes mucho, imaginado cosas. Él siempre se va y vuelve, como si nada.

¿De verdad él siempre se iba? ¿Siempre lo hace?

—Claro.

—Adiós, Amelie—dijo la mujer, para luego cortar.

Despegué el teléfono de mi oreja y me dispuse a marcarle a Adrien, escuchó al lado de la otra línea, sonar y sonar, sin respuesta alguna.

Muerdo mi labio nerviosa, mientras sigo esperando. Suelto un suspiro frustrada al escuchar la voz de la operadora.

Busco entre mis contactos, el número de Erick.

— ¡Hola! —dijo una animada y agitada voz.

— ¿Erick? Hola, te habla Amelie.

—Si soy yo—exclamó—Dime que necesitas de mí. 

Finales Escritos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora