Capítulo 36

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Capítulo 36: "Feliz cumpleaños, Amelie"

Amelie Gray

—Mamá—la llamó suavemente preocupada— ¿Qué le pasó?

Mi madre se acerca a Adrien sacó una pequeña linterna y abre sus párpados alumbrando sus ojos con esta, suelta un suspiro y me mira.

—Está dormido, se dio un fuerte golpeé en la cabeza—hace una mueca—Supongo que le dolía mucho y le suministraron algún calmante que le provocó sueño.

Me quedé mirándolo, mientras inconscientemente me acercaba a él hasta que quedé a su lado.

— ¿Conoces a Adrien? —una fría voz, me hizo pegar un brinco.

Olvidé por completo que estaba este hombre de traje y los cuatro más que están con maletines.

—Sí, vamos juntos a la escuela—le explique algo nerviosa.

Él me miro y me dio una mirada que me provocó escalofríos, me analizó unos segundos.

—Creo que se quién eres—una sonrisa con malicia salió de su rostro—Y no es gracias a Adrien.

Me puse detrás de mi madre, este tipo no me da buenas vibras me genera pavor su mirada tienes unos ojos parecidos a los de Adrien, pero los de Adrien muestra misterio y calidez, pero estos muestran algo que me produce miedo.

Mi madre empieza a revisar a Adrien, mientras yo siento la mirada del hombre sobre mí analizando cada parte de mí.

— ¿Qué sucedió? —preguntó mi madre.

Con la pregunta veo al hombre tensarse, mientras los hombres con maletines lo miran fijamente.

—Se cayó de la escalera—le respondió el hombre.

—Tiene golpees que no fueron provocados por una caída en la escalera—dijo mi madre.

Ante las palabras de mi madre, los hombres de maletines se acercaron a la escena mirando con detenimiento todo.

—Y usted cómo está tan segura de eso—la retó el hombre.

—Tal vez porque se rompió el labio o él echo que tiene los nudillos lastimados—dijo mi madre señalando los nudillos lastimados.

Mire las manos de Adrien y era raro verlas sin anillos de plata, podía ver sus nudillos que habían sido curados aquí en el hospital, tenía el labio curado y al igual del golpeé que tenía en la frente.

—Estará bajo observación—dijo mi madre—No fue gravé, pero igual haremos una resonancia para asegurarnos que su cerebro no fue lastimado por la caída. Casi se disloca el hombro, pero igual fue tratado en urgencias. Solo necesitará llevar cabestrillo para que tenga el hombro en reposo e inmovilizado unas dos semanas o tres por máximo. 

—No le creo—dijo con voz dura el hombre—Necesito que llamé a su esposo, para confirmarlo.

Mi madre aprieta con fuerza su mandíbula, —Mi esposo está en cirugía y le puedo asegurar que le dirá lo mismo que yo.

Él hombre levanta la barbilla y enarca la ceja.

—Miré doctora—pude escuchar la burla en la palabra— Será mejor que coopere, gracias a mis empresas este hospital sigue funcionando.

Mi madre apretó con fuerza la mandíbula, tratando de aguantarse las ganas. Este hombre prácticamente dijo o llamas a tu esposo o te quedas sin trabajo.

— ¿Seguro que son tus empresas? —escuché la voz de la persona que se roba mis suspiros.

Me giró a mirarlo y le sonreí alegré de ver que despertó.

Finales Escritos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora