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Las 3 gemas se dirigieron a Mello, y un anillo como los que tenían los ángeles, se le apareció en la cabeza.

-¡MELLO!-. Gritó Near sorprendido.

Su cuerpo se regeneró al completo, menos la sangre, todo estaba de nuevo.

-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Mello veía todo lo que había ocurrido a su alrededor durante todos estos años, las mentiras, los engaños, la traición de hermanos, el abandono...

Toda la verdad era reflejada en sus ojos, su tío traicionando a su propio hermano solo para vivir como un miserable, engañando a Mihael, entregándole un fragmento de la gema para que él se comiera el marrón, y así él librarse de malentendidos. Ahora todo lo entendía, su padre era bueno, su tío era un cabrón.

Recuerdos del pasado le venían, El Dios Del Infierno consiguió llegar a casa, eso también era mentira, quién se encargó de matarlo fue Mello, quién obtuvo el poder de las 3 gemas, hasta ese entonces, no se manifestó ningún poder en el rubio en los 5 años que tenía de vida.

No como su hermano, el cuál, también tuvo oportunidad de ver su pasado.

Una niñez terrible, podía llegar a entender el porque de todo. Maltratos, violaciones, sufrimiento, llegando a lo inexplicable para conseguir un solo pedazo de carne. Desde que nació, Mark fue más poderoso que Mello, había manifestado sus poderes antes que Mello, y los podía controlar, no como Mello.

Pero ahora mismo, Mello era simplemente, no solo superior a un ángel, es decir, un Arcángel, sino un verdadero Dios. 

Mihael Keehl era un Dios en toda regla.

Se levantó de allí, y sus ojos se pusieron completamente rojos.

-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Gritó, pero esta vez, no del dolor, sino de rabia. -¡¡¡TE MATARÉ!!!-. Saltó, y comenzó a volar.

-¡MIHAEL!-. Nate comenzó a correr.

Unas calles más adelante, allí se encontraba Mark, arrodillado en el suelo.

-Hermano..., Tú has tenido una vida muy simple, en cambio..., Yo he sufrido, ¡¡¡YO MEREZCO EL PODER DE ESAS GEMAS!!!-. Gritó Mark.

Cierto, las gemas, los 3 fragmentos giraban entorno a Mihael, y no paraban de moverse.

Mark soltó unas cuántas lágrimas de desesperación.

-¡¡¡LAS NECESITO!!!-. Saltó para comenzar a volar e ir a cogerlas, pero Mello le cogió del cuello en el intento.

-¡¡¡AHHHH, AHHHH, AHHH!!!-. Mello suspiraba pesadamente. -¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHGJJJ!!!!-. Pero aquello..., Aquello no fue más que un grito para coger a Mark, y en el cielo, lanzarlo para que se estampara contra un edificio, lo atravesara, y se chocara con 10 más.

Bael se acercó a Mello, y este embistió a Bael.

-¡AH!-. Gritó Bael, y comenzó a ser elevado por Mello, quién lo llevaba hacia arriba. Mello lo llevó hasta al espacio, y cuando salió de la atmósfera, comenzó a pegarle una paliza. Mello podía respirar perfectamente, y no tenía ni frío. Mihael le golpeó tan fuerte, que Bael, aunque estuviera en el espacio, salió disparado.

Le costó atravesar la atmósfera, pero la atravesó, y comenzó a caer. Mihael atravesó también la atmósfera, y cuando llegó a la tierra, cogió una antena parabólica, se puso en el suelo, alzó la antena, y Bael cayó justo en esta, atravesándole el pecho, Mello le sacó la antena, sacándole el corazón, que aún seguía latiendo.

Cogió el corazón, abrió la boca, y lo apretó tan fuerte que explotó, haciendo que le salpicara en la cara, y hasta dentro de la boca, tragando así sangre de demonio.

El Último [Meronia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora