El Último [Meronia]

02

Hace mucho mucho tiempo..., Los superhéroes si existían, y no solo eso, sino que encima, era muchísima gente...

-¡Rayo, rápido!-. Gritó Marcus Keehl, el temido, "Arcángel", Era un superhéroe temido por muchas personas, podía volar, lanzar rayos por los ojos..., Y poderes varios, era el superhéroe más fuerte del mundo.

-¡Eso intento hermano!-. Su hermano, llamado trueno, ya que iba más rápido que un rayo, o igual. Main Keehl, acababa de noquear al último enemigo, y se iría a enfrentar al Dios del infierno.

-¡Por fin habéis llegado, pero habéis llegado tarde!-. Gritó el malvado Dios del infierno. -¡Con esto por fin podré deshacerme de los superhéroes!-. Gritó, y se comió la gema del poder supremo.

-¡Maldito!-. Gritó Arcángel. -¡Hermano, tenemos que ir rápido contra..., ¡Hermano!-. Marcus se dio la vuelta, pero observó como unos demonios salían de un portal, y apalizaban a su hermano. Marcus se dio la vuelta, pero su hermano no quería que hiciera nada.

-¡Mark, yo me ocupo, tú ve a por él!-. Gritó, y Marcus dudó, pero se giró para ver al mayor supervillano de todos los tiempos.

-¡Morirás bastardo!-. Gritó Marcus, y se abalanzó contra él volando. -¡¡¡AHHHHH!!!-. Gritó, pero la armadura del demonio, mezclada con la gema del poder supremo, hacia que fuera impenetrable.

-¡Inadmisible, comparado a mi poder, para mí eres un simple mortal!-. Cogió a Marcus del cuello. -¡Tú..., Quedas ejecutado!-.

...

Mihael se despertó del susto, se levantó y se tocó la cabeza.

-A-Ahhh...-. Se frotó el ojo. -Maldita sea..., Que dolor-. Mello salió de la cama, y se dirigió al salón.

-Sobrino, ven aquí-. Mihael se acercó, y vio a su tío de nuevo, en silla de ruedas. Mihael se agachó, y se dejó poner el collar. 

-Tío, puedes explicarme de nuevo..., ¿Como sucedió todo aquello?-. Preguntó Mello, y su tío se sorprendió.

 -Yo..., Bueno-. Su tío le miró. -Tú padre murió, el Dios del infierno le arrancó la cabeza, y mató a todos los demás superhéroes..., A mi comieron las piernas unos demonios, y después me encontré a tu tía, quién me llevó al hospital..., La gente se pensaba que yo había muerto, pero era el único superhéroe vivo..., Bueno en realidad ya no-. Su tío Main, le dio la mano a Mihael.

-Y..., ¿Como detuvieron que Dios del infierno causara más daños al planeta tierra?, ¿Que sucedió?-. Preguntó Mello.

-Eso ahora no importa..., Lo que importa es que tú ahora eres el único superhéroe en la faz de la tierra-. Mihael miró hacia el suelo.

-Vale...-. Mello soltó las manos de su tío, ¿Y si él no quería salvar al mundo?, Eso daba igual, se supone que tenía que hacerlo, tenía que aprender a volar, para poder salvar al mundo, y daba igual lo que él quería, solo importaba su "destino".

Su padre murió, y su madre también, desde que tiene 5 años que vive con su tío, y siempre la misma rutina. Se levanta, le ponen el colgante, desayuna, se va a la calle, vuelve, cena, deja el collar y se va a dormir...

Evidentemente que fue entrenado por su tío, pero con 20 años que tiene, y todavía no sabe ni como volar, no es como su padre, al que tanto admiraba, él solo es Mihael Keehl, el que tiene telequinesis, y que apaga la luz de su cuarto con la mente, nada más.

Mello paseaba por un parque bonito, pero inhabitado, no había nadie, y caminaba con las manos en los bolsillos. ¿Que pasaría si aprendiese a volar?, ¿Como podría afrontar tener que salvar al mundo él solo?, Siendo el único superhéroe...

Y lo peor de todo, es que no tiene amigos..., Bueno, tuvo uno, pero se fue hace mucho tiempo.

Matt, Mail Jeevas, hace tiempo que no lo ve, y creo que es porque sus padres, al descubrir que Mihael no era un niño normal, tuvieron miedo de que su hijo pudiera sufrir daños por ese "anormal".

Mello vio una pelota pequeña tirada en el suelo, alzó su mano, y la atrajo con la mente, cogiéndola.

-Pffft-. La tiró hacia una papelera, y antes de caer, la movió con su telequinesis, haciendo que cayera si o si en el cubo.

-Wow, ¿Como has hecho eso?-. Mihael se sorprendió al escuchar aquello, se giró, y vio a un chico que le había visto.

-Emmm...-. Mihael se sorprendió demasiado. -¿Como he hecho el que?-. Preguntó, haciéndose el tonto.

-Pues, hacer que la pelota levite y caiga a la papelera perfectamente, sino, hubiera caído fuera-. Dijo el chico. -Lo he visto, ahora no te hagas el tonto-. Dijo.

Mello frunció el ceño.

-No sé de que hablas, estás loco-. Dijo este.

-¡Oh vamos!-. Gritó el niño. -No me engañas-. El chico se comenzó a acercar a Mello.

-Mira renacuajo, mejor vete a casa a hacer los deberes-. Mello se dio la vuelta, y se quería ir como si nada.

-¿Renacuajo?, Tengo 18 años, ¿Sabías?-. Dijo un poco molesto, pero Mello no le contestó. -¡Te estoy hablando!-. Gritó, y Mello se giró, para pararle con su telequinesis.

-Ahhh...-. Suspiró frotándose el puente de la nariz.

-¿Que me has hecho?-. Preguntó inmóvil. -Espera..., ¿Eres un superhéroe de esos que había antes?-. Preguntó, y Mello miró a sus alrededores.

-¡Cállate!-. Gritó, y dejó que el chico se pudiera mover, haciendo que este se caiga al suelo.

-¡Au!-. Gritó, y se frotó la cabeza, ya que se había hecho daño ahí. -Explícamelo ahora mismo-. Dijo.

-¿Y porqué debería?-. Preguntó Mello un poco rabioso.

-Porque me has hecho daño, y porque te he visto de lleno, ¿Que pasaría si le digo a la gente lo que he visto?-. Preguntó amenazante.

-Cállate..., No te creerían-. Dijo el rubio.

-¿Lo probamos?-. Preguntó, y Mello bufó.

-Está bien, está bien..., Si, soy un superhéroe..., Se podría decir que el único que queda-. Contestó en voz baja.

-Wow, ¿En serio?-. Preguntó sonriendo. -Como mola-. El chico se levantó.

-Me llamo Nate, pero puedes llamarme Near-. Le ofreció la mano.

-Pfftt, pues vale-. Dijo pasando de él.

-No seas maleducado-. Dijo este, insistiendo.

-Ahhh-. Suspiró y le dio la mano.

-Dime tú nombre-. Aquello casi parecía una orden.

-Eres un poco pesado ¿Sabías?-. Dijo el rubio.

-Bueno, no paro de conseguir lo que quiero-. Contestó el albino.

-Que repelente-. Dijo Mello. -Me llamo Mihael-. Dijo este, y los dos dieron un apretón de manos.

-Y que Mihael, ¿Porqué no usas tus poderes para hacer el bien?-. Preguntó curioso Near.

-Ya te he dicho demasiado, anda, adiós-. Dijo Mello, y comenzó a irse.

-Pero..., Espera, ¿Volverás aquí?-. Preguntó.

-Si no estás tú-. Bromeó. -Anda, ¡Adiós!-. Dijo despidiéndose de el chico.

-Hm...-. Near se dio la vuelta. -Me interesa-. Near comenzó a caminar en dirección contraria.