El Último [Meronia]

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Epílogo

-¡Wooow!-. Gritó una niña, viendo como algo se movía a la velocidad de la luz en el cielo. Un hombre se sujetó el sombrero, ya que el viento iba tan rápido que casi se le cae.

-Es él-. Sonrió, feliz de tener a alguien que les protega.

-¡Wujuuuuuu!-. Gritaba Mello, volando con el antiguo traje de su padre. -¡SI!-. Mello alzó demasiado el vuelo, y después se dejó caer bastante. Cuando iba a tocar el suelo, comenzó de nuevo a volar, y a ir más rápido que nunca.

Mello aterrizó en un tejado, rápidamente se cambió de ropa, y con su super velocidad entró a casa.

-¡Ya estoy en casa!-. Near le miró.

-Mello cariño, te he echado de menos-. Near se abalanzó hacia Mello, y este le abrazó.

-Y yo a ti-. Dijo Mello, y los dos se miraron para darse un beso. Después de separarse, Mello se dirigió a beber un poco de café.

-¿Sabes como va Matt con su equipo?-. Preguntó Near.

-Va bien-. Dijo el rubio bebiendo un poco de café. -Lo está haciendo muy bien-. Dijo Mello sonriente.

...

-¡Vamos, una vez más!-. Gritó Matt con su traje verde y amarillo puesto. Al lado estaba Beyond, con un traje negro por completo puesto. 

-¡JUSTICIA, PARA, SIEMPRE!-. Gritaron todos los justicieros enmascarados que se encontraban allí. 

-¡No somos superhéroes, pero si que somos héroes, y nuestro deber es cuidar de las calles!-. Animó Matt.

-¡SI!-. Animó la gente.

Matt y Beyond se vieron.

-Lo estamos haciendo bien B-. Dijo Matt.

-Super bien-. Los dos se dieron la mano. -Estamos juntos en esto-.

-Para siempre-. Matt sonrió, mirando a su pareja.

...

-¿¡En serio saliste con una superhéroina papá!?-. Preguntó Natalie demasiado emocionada, en la cena familiar.

-Bueno, si, no quería decirlo porque tú madre no me dejaba-. Dijo riendo el padre de Nate.

-¡No mientas!-. Gritó la madre de Nate, y todos allí rieron.

-¿Donde está la sal?-. Preguntó Matt.

-Juraría que estaba por aquí-. Dijo Mello.

-¿No estará en la cocina?-. Preguntó Nate.

-No, yo..., La he traído-. Dijo Natalie.

-¿Seguro?-. Preguntó Beyond.

-¡Que si!-. Contestó Natalie.

Mientras, debajo de la mesa, el hermano pequeño de 6 meses de Nate, jugaba con el bote de la sal.

El hermano sonreía, y se metió un dedo en su boca. Alzó su mano para coger el bote de sal en el suelo, el bote comenzó a levitar, y se acercó a su hermano, después, lo cogió.

-¡Wuaah!-. Gritó este sonriendo.

...

*Riiiiiiiiiiiiing*

Las celdas se abrieron, y todos los prisioneros se dirigieron al comedor de la cárcel.

4 personas se sentaron juntas.

-¿Sabéis donde está aquel supervillano que se enfrentó contra Ángel, el último superhéroe sobre la faz de la tierra?-. Preguntó uno de los reclutas.

-Está en máxima seguridad-. Dijo uno. -Idiota, si te parece, lo ponen aquí para que nos mate a todos y se escape-.

-Se dice que lo metieron en una antigua cárcel que usaban para meter a supervillanos antiguos-. Dijo otro de los que estaban sentados en la mesa.

-¿Y tú que?, ¿Que opinas?-. Los 3 miraron al último prisionero que estaba ahí sentado con ellos. -¿Porqué te metieron aquí en la cárcel?, No me suenas de nada...-.

El castaño miró hacia abajo.

-Por hacer justicia...-. Dijo.

Los otros 3 prisioneros se rieron.

-¿Como te llamas?-. Preguntó, pero el chico no respondió.

-No tienes porque saberlo, alguien como tú no merece saberlo-. El prisionero le cogió del cuello del uniforme de recluso.

-¡Escúchame idiota!-. De pronto, se le encogió la voz, y soltó al recluso. Se acercó las manos al pecho, y se las toco.

-¿¡TÍO QUE TE PASA!?-. Preguntó uno, acercándose a aquel recluso, le estaba dando un infarto, un ataque al corazón. -¿¡QUE LE HAS HECHO!?-. Iba a golpear al recluso, pero le dio otro ataque al corazón.

-No me lo puedo creer...-. Pensaba el recluso. -¡FUNCIONA!-. Gritó.

-Jeje, pues claro que funciona-. Dijo aquel monstruo que había a su lado. -Te dije que funcionaria-.

...

-Light Yagami-.