¿Aceptas ser la Sra. Riddel?

capitulo 67

Narrador omnisciente.

-Te extrañaré mucho- pronuncio con un toque de tristeza t/n mientras era consolada en los brazos de Draco, no quería estar lejos de él, no quería ni siquiera pensarlo. -¿Relamente no puedes venir con nosotros?- pregunto por cuarta vez teniendo esperanza de esta vez la respuesta fuera otra, pero no fue así, él volvió a negar con la cabeza.

-Seran solo 2 días cielo, se que es difícil también te extrañaré pero el 13 nos veremos e iremos a ver a nuestro pequeñín y sabremos al fin que es- intento animarla él, ella seco unas lágrimas rebeldes y se despidió de él con un beso, el se quedó mirándola como se iba con Tom y Matteo, su corazón ardía, pero saber que ella estaba a salvo era lo único que importaba realmente.

Tom, t/n y Matteo habían llegado a la casa, el día fue muy tranquilo, comieron juntos en un ambiente dentro del todo agradable, apesar de que Seamus y Draco no estuvieran, tanto theo como la chica se mantenían animados, estuvieron pintando el cuarto del futuro bebé, un color blanco con detalles negros, estrellas dibujadas en el techo, instalaron la cuna que eso llevó más de lo que pensaron.

Después de eso t/n preparo galletas de chocolates y café, y sentados en el jardín los tres rieron, juguetearon, corrieron un poco, se tiraron agua incluso bailaron descalzo sintiendo la hierba en sus pies, eran felices, como jamás creyeron serlo, terminaron mirando el atardecer recostados en el jardín.

-No puedo creer que vayan a tener un bebé- dijo theo después de tantas risas -Y pensar que se odiaban a más no poder- t/n y tom suspiraron con un sentimiento difícil de explicar.

-A ti también te odiaba idiota- dijo la chica golpeando suavemente el hombro del chico, aún observando el hermoso cielo, entonces theo se dio vuelta y apoyándose sobre sus codos prosiguió.

-Si, pero no como lo odiabas a él, ustedes dos tenían algo especial, incluso llegué a sentir muchos celos- tom y t/n voltearon confundidos a mirar a Matteo -No me digan que jamás lo notaron? Dios sin duda alguna ambos están muy ciegos- el chico se levantó del suelo tomo sus zapatos y camino nuevamente adentro, dejando a ambos chicos en completo silencio y solos.

Ninguno se atrevía a pronunciar palabra alguna, el no encontraba la forma de expresar que aún la amaba con locura, que el la deseaba como a nadie en este mundo, que si por el fuera retrocederia en el tiempo y arreglaría aquel desastre y no permitiría que ella volviera a separarse de su lado, pero no de una manera tóxica, si no de algo más puro, el deseaba cuidarla, darle el mundo entero, pero no sabía como expresarlo.

Y por su lado ella se sentía confundida, amaba a Draco, estaba con el y era feliz, la trataba como la reina que era, la respetaba, la cuidaba, la amaba, pero mantenía su manera de ser sin importar que de ella se tratara, era fiel a él mismo y a ella a la vez, pero entonces ¿Por qué su corazón se aceleraba cuando tenía a Tom cerca? ¿Por qué todo era más lindo si lo veía sonreír? ¿Por qué el pensar en que él no esté dolía horrores? Su cabeza era un mundo de dudas.

Liberaron un suspiro al unísono, intentando que sus preocupaciones, dudas y dolor escaparan de su cuerpo, pero ni así eran capaces de apagar lo que su corazón gritaba, podían borrarse mutuamente de la mente del otro, podían estar a miles de kilómetros de distancia, podían intentar miles de cosas, pero siempre habría un amor imposible de explicar, una conexión especial, dos almas destinadas a amarse eternamente, pero que aún no lo comprendían.

-Hey será mejor que entren hace frío y la comida ya está en la mesa- Matteo se había aproximado a la puerta y ambos chicos se levantaron del suelo y en silencio entraron.

Se sentaron como siempre, Tom en la punta, Matteo a su izquierda y t/n a su derecha, mantenían los mismos modales de siempre, Tom elegante ante cualquier cosa, theo un animal que no comía hace mesas y t/n se tomaba su tiempo y reía ante la actitud de los mellizos completamente diferentes.