Capítulo 13

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Narra Sabito

Viajaba en el tren de regreso a casa después de ir al centro de la ciudad para comprar algunas cosas que me encargó Rengoku-san para el viaje a la montaña Sagiri. Yo estaba muy emocionado por el viaje, me gustaban los lugares abiertos con mucha naturaleza y estaba aún más emocionado por ir junto a Giyuu, vivíamos juntos, pero entre semana no nos podíamos ver mucho, nuestros horarios y carreras eran diferentes además de nuestros trabajos a medio tiempo, había veces en que solo nos veíamos para saludar, los fines de semana a veces teníamos que salir o los dedicábamos completamente a los estudios por eso hasta el momento no habíamos tenido la oportunidad de salir juntos desde que somos pareja.

Ya era un poco tarde, aunque no llevaba prisa por estar en casa porque tal vez Giyuu aún no estuviera, hoy salió temprano y me dijo que iba a visitar al señor Urokodaki, él lo cuidaba desde pequeño y Giyuu lo consideraba como su abuelo. El señor Urokodaki era muy gentil, cuando éramos pequeños Makomo y yo nos colábamos a su casa para jugar en su enorme patio, ahí fue donde comenzamos a ser amigos de Giyuu. Yo también quería ir a visitarlo, pero ya había quedado con Regoku-san así que no tuve de otra más que cumplir mi palabra.

El tren se comenzó a llenar de personas y me recorrí de donde estaba para no impedir el paso de las personas que iban a bajar, cuando me moví me llamo la atención el comportamiento de uno de los pasajeros, enfrente de él había una niña, parecía tener alrededor de 14 años, la niña estaba sonrojada y apretaba una bolsa con fuerza, sentí que la furia se apodero de mi cuando vi que el sujeto paso su mano por sus glúteos. Sin pensarlo dos veces fui hasta el lugar y le propiné un golpe en la cara.

- Que te pasa degenerado – Lo tome por el cuello y estaba a punto de darle otro golpe cuando otra persona del tren me detuvo tomando mi mano.

- Esta no es la forma – Me soltó y tomo al sujeto e indico que nos bajáramos en la próxima estación, la chica nos siguió y llevamos al sujeto a la cabina de vigilancia del tren.

En la cabina de vigilancia nos llevaron a la estación de policía que estaba cerca de nuestra casa. Dimos nuestra declaración y después de un rato nos dijeron que ellos se encargarían del resto. La joven nos agradeció y se fue.

- Gracias por la ayuda – Hice una pequeña reverencia.

- No hay de qué, me alegra que aun haya jóvenes que hagan frente a este tipo de situaciones, pero no tienes que meterte en problemas.

Él era una persona que imponía respeto, era muy alto y fornido, cabello corto y negro; llevaba un rosario lo que me llamo la atención.

Nos despedimos y me dispuse a volver a casa, ya había perdido mucho tiempo, pero no me podía quedar cruzado de brazos al ver ese tipo de situaciones, simplemente era desagradable ver a personas cobardes y sin moral.

Comencé a caminar cuando a lo lejos vi a Giyuu en un auto que yo no conocía. Platicaba con el conductor y le sonrío muy cálidamente. El conductor era mayor que nosotros tenía el cabello blanco y una cicatriz en la cara... Era el oficial Shinazugawa, yo nunca había cruzado palabra con él, pero era muy famoso en el distrito por ser alguien temperamental, pero con un gran sentido de justicia, él y su hermano se encargaban que todo estuviera en orden, gracias a ellos rara vez había asaltos o problemas.

¿Qué hacia Giyuu con él? No sabía que se conocían y menos que se llevaran tan bien, pero en primer lugar se supone que Giyuu estaba en casa del señor Urokodaki... ¿Giyuu me mintió?... no imposible.

Llegue a casa y Giyuu ya se encontraba dentro.

- Bienvenido, tardaste demasiado, creí que yo llegaría mucho más tarde que tú – Giyuu me habla normal, si me estuviera engañando no sería capaz siquiera de verme a la cara.

- ¿Cómo está el señor Urokodaki?

- Bien, platicamos mucho, me contó que había estado algo enfermo, pero como es una persona terca había mejorado muy rápido.

- ¿Pasaste a algún otro lado antes de llegar casa?

- No, me vine directo de su casa...

- ¿Te quedaste de ver con alguien más?

- No...

- Ya veo.

- ¿Sabito te encuentras bien? – Giyuu toco mi frente y parecía algo preocupado.

- Me siento muy cansado y con dolor de cabeza, iré a mi habitación a descansar – Aparte su mano y me fui.

Deje las cosas en la mesa y me tire en mi cama. Por qué no le dije directamente que lo vi con alguien más y que quería saber qué hacía con esa persona, desde cuando me volví tan inseguro e infantil.

No supe cuando me había quedado dormido, pero cuando desperté no tenía los zapatos y estaba abrigado, Giyuu parece que entro y quito las prendas que pudieran ser molestas a la hora de dormir. Salí de la habitación ya era bastante tarde, en la mesa había un plato de comida con una nota "solo hace falta que lo calientes, come apropiadamente, tuve que salir vuelvo en la noche"

Me dolía un poco la cabeza, tal vez por dormir mucho o porque no había comido nada desde la mañana del día anterior. Comí lo que estaba preparado, aunque no tenía mucho apetito, pero nunca me ha gustado desperdiciar comida.

Se hizo tarde y Giyuu aún no llegaba, traté de llamar pero no tuve respuesta y los mensajes no llegaban, al parecer su celular estaba apagado.

El resto del día me dedique a hacer mis pendientes de la universidad, Giyuu no regreso hasta la noche, le di la bienvenida desde donde estaba y al parecer no le importo que no lo recibiera como siempre con un beso. Giyuu se fue a su habitación diciendo que estaba muy atrasado con la tarea y no hablamos más por lo que resto del día.

¿Dónde estabas? ¿Por qué no me avísate? Había tantas preguntas que le quería hacer, pero no me quería ver muy hostigoso. Por qué siempre que se trataba de Giyuu me comportaba así.

En la semana siguiente como de costumbre no tuvimos mucho tiempo para los dos, además que en el tiempo libre estábamos adelantando pendientes para podernos ir el fin de semana sin preocupaciones. 

Sentía que había pasado tanto tiempo desde la última vez que había besado o tocado a Giyuu. 

Stay with me (SabiGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora