Stay with me (SabiGiyuu)

Capítulo 29

Narra Sabito

Una vez en un sueño me arrebataron a mi familia de la forma más aterradora posible, de un momento a otro me había quedado solo, lo había perdido todo, pero en lugar de lamentarme decidí que encontraría la manera de proteger a las personas para que nadie volviera a pasaran por lo mismo que yo, sin embargo, no sabía lo que tenía que hacer para lograrlo, mi cuerpo era pequeño y no tenía la suficiente fuerza.

En mi desesperación de no saber qué hacer fui encontrado por un apacible pero extraño anciano, él me dijo que me enseñaría la forma de lograr mis objetivos, pero que no sería fácil y que al elegir ese camino me enfrentaría a cosas peores y escenarios que nunca me hubiera imaginada ni en mis más aterradoras pesadillas, pese a las advertencias yo tenía una meta y pensaba hacer todo lo necesario para lograrlo.

Así fue como comencé con los entrenamientos, en más de una ocasión sentía que iba a desfallecer y moriría por el agotamiento, comenzaba a dudar dudar de mi propia fuerza y si en verdad lo lograría , fue entonces cuando el anciano llevo a otro niño que parecía tener mi misma edad, en cuanto lo vi quede atrapado por su llorosa mirada, el anciano me dijo que a partir de ese día entrenaría conmigo. Desde ese momento comenzaron los días al lado de ese niño.

Fue un poco difícil acércame al niño de los ojos azulados, pero poco a poco me fue abriendo su corazón, él también lo había perdido todo y a pesar del miedo y ser un llorón quería hacer algo, no podía quedarse con los brazos cruzados.

Las dudas que había tenido anteriormente se esfumaron cuando vi la sonrisa de ese niño, ahora tenía otro objetivo, sin importar el costo tenía que proteger a esta persona, no podía permitir que nada le pasara, quería ver por siempre esa sonrisa tan cálida y hermosa.

Después se ser cautivado por su sonrisa me comencé a esforzar el doble en los entrenamientos, él también se esforzaba mucho, aun siendo más débil que yo trataba de seguirme el paso, aunque constantemente se quebraba y decía que nunca lo lograría siempre se levantaba y continuaba sin importar lo difícil de la situación. Antes de darme cuenta él se había ganó mi respeto y cariño. Ambos nos convertimos en el soporte del otro.

No lograba entender por completo el significado de estos nuevos sentimientos que despertaba en mí el ojiazul, pero hicimos la promesa de estar siempre juntos, promesa que no pude cumplir, aun no iniciábamos el largo camino para ser alguien que pudiera defender a los demás cuando nos vimos separados por mis descuidos y debilidad, no me arrepentía porque había logrado proteger a la persona más importante en mi vida pero nunca más íbamos a volver a estar juntos, todas las promesas y sueños se habían esfumado en un instante.

Cuando me di cuenta estaba atrapado en un mismo lugar sin poder salir de ahí lo único que podía hacer era observar, sentí que mi espíritu se rompía en pedazos al ver que no pude proteger la sonrisa que tanto me gustaba, en su lugar solo podía observar en silencio como sufría y se derrumbaba por mi ausencia.

Con el paso de los días dejo de llorar, pero el brillo en su mirada se había apagado y su sonrisa desapareció de su rostro, ahora era una persona completamente diferente, era como si una parte de su corazón se hubiese marchado junto conmigo.

El tiempo seguía su curso y yo aún seguía atrapado en el mismo paisaje, en ese lugar también había algunos otros niños que al igual que yo eran incapaces de marcharse hasta que alguien concluyera lo que habían dejado pendiente, los días se convirtieron semanas, las semanas en meses y los meses en años, en raras ocasiones aparecía esa persona, nada en mi había cambiado pero él era cada vez era más alto y su rostro ya no parecía para nada al de un niño pero su mirada triste y semblante frio seguía siendo los mismos que cuando lo vi por última vez.

Así como llegaba sin previo aviso de la misma forma se marchaba, yo solo seguía observando en silencio sin saber cuándo lo iba a volver a ver, me consolaba saber que se había convertido en un hombre fuerte y capaz de cumplir con el sueño que una vez tuvimos, pero era tan doloroso ver que se culpara por mi partida. Quería decir que todo estaba bien que continuara avanzando, pero, aunque tratara de hablar mis palabras nunca le iban a llegar.

Las estaciones siguieron cambiando y eventualmente se unía otro niño que se veía atrapado en el mismo lugar que nosotros, sin la oportunidad de partir y empezar de nuevo, hasta que un día llego una persona con un aura diferente, él era capaz de vernos así que decidimos ayudarlo, poco tiempo después él concluyo lo que el resto de los niños le había encomendado y por fin fueron liberados, pero yo aún no me podía marchar, no hasta volver a ver la sonrisa de esa persona.

Una vez en un sueño espere pacientemente en el mismo lugar hasta que mi alma y el alma de esa persona se encontraran y pudieran regresar para estar juntos.

Cuando desperté un doloroso sentimiento apretaba mi pecho y algunas lágrimas se habían deslizado por mi mejilla mojando un poco la almohada, abrí los ojos lentamente y lo primero que se reflejó en mi campo de visión fue el tranquilo rostro durmiente de Giyuu, mi mano y la suya están entrelazadas en un gentil agarre. Una sonrisa se dibujó en mi rostro ante tan adorable postura.

Solté su mano y deslice suavemente un dedo por su mejilla, su pacifico rostros me llenaba de calma, acerque su cuerpo con el mío y lo envolví su con mis brazos, recargué su cabeza en mi pecho, era tan reconfortante sentir el calor de su cuerpo y sus lenta y profunda respiración. Le di un pequeño beso en el cabello tratando de que fuera lo más sutil posible para no despertarlo, lo acurruqué lo más que pude y volví a cerrar los ojos.

Tenera Giyuu entre mis brazos hizo que desapareciera el triste sentimiento con elque había despertado, poco a poco el sueño que acaba de tener se comenzaba adesvanecer, las escenas ahora eran borrosas y probablemente para la tarde ya haya olvidado por completo de lo que se trataba, lo único importante era que después de un tiempo sin verlo por fin tenía a Giyuu entre mis brazos y no pensaba dejar que se fuera de mi lado.