✿ LA HERMANA DE JACK ✿ |MERLIN×TÚ| {Terminada}

✿ CINCO ✿

- ¡T/N, no me muerdas, por favor! -grito mientras corría para no ser mordido.
- ¡Yo les advertí, estupidos enanitos verdes! -respondio corriendo tras el pelinaranja.

La menor ya había mordido a cuatro de los amigos de su hermano; Arthur y los trillizos. Solo le faltaban Hans y Merlín, al primer mencionado lo estaba correteando apenas, y el mago había saliendo corriendo de la casa cuando empezó a echar mordidas.

- No te recordaba tan salvaje -dijo Jack el cual se encontraba recargado en la mesa tomando un vaso con agua.
- ¡Jack, dile que no me muerda! -exclamo Hans.
- No puedo hacer nada, y si lo pudiera hacer, sería injusto para los trillizos y Arthur -respondio y se sentó en una silla.

La menor no se detuvo hasta que lo mordió en el hombro dos veces. Ya solo faltaba Merlín de ser mordido, por lo cual la rubia estaba esperando que regresara a la casa.

- ¿Siempre tarda tanto? -pregunto al levantarse del sofá.
- Si. Cuando terminó su "relación" con la princesa Blancanieves, se hizo mujeriego y sale mucho al pueblo y a los bares -contesto Hans.
- ¿"Relación"? -pregunto haciendo comillas con los dedos al igual que aquel enano.
- Realmente no tuvieron algo serio, al parecer estaban enamorados mutuamente pero no, solamente era ella quien estaba enamorada, él solo quería quitarse la maldición -explico mientras metía una charola al horno.
- Que asco de persona -murmuro y recargo su cabeza sobre la del pelinaranja cuando él se sentó junto a ella.
- Te acostumbras, él siempre fue así -acaricia la mano de la fémina.
- Te besaré -no dejo ni que el "muchacho" respondiera o se moviera cuando ya lo estaba besando.

Un brillo amarillo apareció causando que se separaran asustados, pero grande fue su sorpresa al ver que él ya no era un enano, sino que era un joven humano.

- ¡Ahhhh! -grito y se aventó a la chica- ¡gracias! -dicho esto beso sus mejillas.
- ¿Qué ocu....? -se interrumpió él mismo al ver a Hans- ¡te mataré! ¡¿Cómo se te ocurre haber besado a mi hermana?! -corrio hacia el cocinero.

El enano rubio corrió amenazante al pelinaranja pero no le llegaba más que a las rodillas y esto causó carcajadas en la menor.