El Ultimo Asedio (parte 1)
La repentina aparición del Señor del Abismo fue devastadora. Los implacables asesinos Jyriths, invencibles e imponentes, se encogieron agitados por un temor ancestral, Tkinum se estremeció, incluso Qaat se tapó los ojos buscando una salida, su cabeza se veía enturbiada por fatídicos pensamientos.
Solo dos o tres personas no manifestaron el desatado temor, entre ellas se encontraba Athim. Cuando Humkiom se mostró, los recuerdos volvieron a él:
ÉPOCA DE NUHNDANTOR
"El cóndor de fuego comenzó a descender por orden de su jinete. A pesar de la altura, la batalla se apreciaba con toda su crudeza.
Residuos encendidos se alzaban al aire mientras las llamas y el humo se extendían en largas y espesas columnas sobre la montaña, despojos y cuerpos sin vida se divisaban esparcidos por doquier. Desde semejante altura, el ruido del acero apenas se percibía, aunque el estrépito de la contienda hacía crujir el aire.
La fortaleza estaba rodeada, asediada por innumerables seres horribles y crueles que, sincronizados, embestían con el salvajismo de un sola y enorme bestia. La fortaleza iba a ser reducida a cenizas, los NagitShut eran implacables.
Aquellos horribles seres, a pesar de su feroz aspecto, solían ser pacíficos y casi nunca salían de su hábitat, pero en esta guerra estaban siendo decisivos. Algo o alguien debía haber alterado su forma de pensar, tal vez, habían sido hechizados en contra de su voluntad. Su constitución asemejaba a la de los hombres, parecida y a la vez diferente estructura ósea, de similar metabolismo, sin embargo, sus facciones eran la de monstruos de pesadillas. La mayoría sacaban una cuarta a un soldado de tamaño medio, en el combate cuerpo a cuerpo no empleaban armas, estaban dotados de una piel flexible y recia, sus garras y los afilados dientes de depredador suponían instrumento suficiente para matar sin esfuerzo a cualquier otra especie, muchos de ellos poseían huesos de distintos tamaños con formas puntiagudas, los manejaban a voluntad, similares a las garras de los grandes felinos eran retráctiles, les salían de los brazos y de las piernas, en algunos, esas extensiones cubrían su cuerpo. Una especie dotada para una defensa impecable y un mortal ataque, mucho más letales que cualquier espada.
Se contaban por miles, adaptaban sus ataques y utilizaban su fuerza como si de un solo hombre se tratara. A la cabeza del asedio, Vulnnot; el más respetado y más fiero de los comandantes NagitShut. Además de su fortaleza física, esta raza poseía grandes condiciones y habilidades en el combate, pero su mayor arma era la inteligencia. Esto los hacía aún más letales.
Aquellas criaturas crearon un ataque armónico, desde muchos puntos diferentes, cientos y cientos de ellas se agolpaban rodeando la muralla, clavaban las garras de brazos y piernas avanzando muro arriba, su avance era rechazado en gran parte por las defensas de las almenas, un líquido resbaladizo caía sobre ellas impidiéndoles la escalada, las antorchas incendiaban la brea consiguiendo repeler los ataques. Los arroyos de fuego se extendían verticales por los muros de la fortaleza. Todo, todo hasta ese momento suponía una distracción. Las defensas del reino se encontraron asediadas por armas de largo alcance; las catapultas guiadas con precisión destrozaron la piedra del fortín por distintos sitios, provocando daños mayúsculos en las murallas de la ciudad. Los soldados preparados para las contingencias, se movilizaron deprisa por orden de sus capitanes intentando taponar las brechas con todo tipo de materiales. Era demasiado tarde, los NagitShut, preparados para la ofensiva, acometieron con rudeza y la fortificación abierta en boquetes como heridas sangrantes, dejó de ser inexpugnable. El enemigo estaba dentro.
Era el ataque al último bastión del reino de Alhemtor. Uno de los pocos que estaba logrando resistir los asedios continuados de todo tipo de terroríficas criaturas, incluido los NagitShut que, hasta hace muy poco se habían mantenido al margen y estaban siendo definitivos para la victoria.
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EL CUARTO MAGO
AventuraEl origen de las leyendas nace en la cuna de los linajes. Una estirpe de Dioses vestidos de hombres que jamás podrás olvidar. Un Poder capaz de destruir el mundo conocido. Vive una experiencia que te hará reir, que te hará llorar, que te hará sentir...