Capítulo 4: (Negociación)

128 140 94
                                    

🌀

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏

El duelo tiene 5 etapas, cada una se va atravesando a su tiempo, no es fácil aceptar la verdad, pero nada es mejor que ir dándote cuenta qué tu fe siempre va a seguir contigo, pase lo que pase, es algo que me enseñó mi madre antes de morir, ella me dio su cruz, en su último momento, ella me dijo que jamás me sentiría solo si me abandonaba en Dios, ahora lo entiendo todo.

Las heridas comenzaban a sanar, conforme confiaba no solo en mi, tal vez nunca tendría sentido lo que me pasaba, pero lo que yo haría a partir de ello, valía oro puro.

A veces, olvidamos quiénes somos, a veces no hay tiempo en que nos sentemos y nos demos cuenta de lo afortunados que somos, pero eso solo se admira cuando se sufre.

Estaba enjuagando mi cuerpo, en la ducha, por primera vez, hace días, era tan hermoso, el agua se sentía como de aquella lluvia, pero esta me limpiaba, no podía dejar de pensar en todo lo que ha pasado estos días, mientras el olor a jabón y humedad no tardaban en impregnarse en todo el baño, ni siquiera conté el tiempo, valía la pena y me relajaba estar sintiendo esas gotas.

Me había quitado toda la ropa, antes de meterme la enjuagué muy bien con lo que tenía, ahora solo permanecía en silencio disfrutando de una ducha.

Espero que todo esté de maravilla— Grita Noah mientras toca la puerta, me rio

Más que eso...— Él se aleja, puedo presentirlo.

Lentamente cierro los ojos e intento volver a usar mi poder, extiendo mis manos en la ducha de la regadera y cada gota que asciende comienza a sentirse más y más lenta, llega un punto donde logro volver a detener todo, no se como lo hago, pero al abrir mis ojos, veo todas las gotas detenidas, me sorprendo, esto es una locura.

Casi al instante, el tiempo regresa a su normalidad, el agua vuelve a ascender rápidamente, una vibración intensa sacude mis oídos, acompañada de un ruido agudo y tan enorme que me provoca agacharme, un intenso dolor de cabeza me azota y comienzo a marearme, todo se mueve de lado a lado, mi mirada se distorsiona, mis brazos dejan de sentirse, mientras intento sujetarme a toda costa de todo, es inútil.

Salgo de la ducha por poco, me tiro al suelo, intento levantarme, las luces del baño parpadean sin parar, mi nariz comienza a sangrar y solo puedo sentir como todo va perdiendo su fuerza, mis ojos se cierran lentamente y antes de que pierda la consciencia escucho unos gritos.

¡Dan! ¡DAN!— Grita Noah y yo levanto mi mano, ya no funciona, ese último respiro termina en agotar mi salud y finalmente desciendo.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑵𝒐𝒂𝒉

Dan se había desmayado en la ducha, recoger su cuerpo y recostarlo no fue lo más complicado que he hecho, pero, sino mirarlo, estaba muy preocupado por él, intentaba desesperadamente dejar que entre un poco de aire, acomodarlo, pero realmente nada funcionaba.

Casi no puedo mirarlo, su rostro tiene sus ojos apagados, pero no deja de recordarme a su madre, es tan desgarrador, nunca dejaré de sentir culpa por mi error, si algo le pasaba, ahora sí estaba realmente solo, no podía dejar de pensar que no lograría sobrevivir.

Dan, Por favor...— Digo y él lentamente abre sus ojos, pego un brinco de alivio y lo abrazo, después se sonroja, no fue el mejor momento, cuando solo una toalla me separaba de su...

¡Dios mío! Eso fue horrible— Respondo, él me mira y se intenta levantar.

¿Qué te pasó Dan?— Pregunto y él se queda en blanco.

Gravity (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora