Gravity (4)

Capítulo 25: (Amistad)

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑵𝒐𝒂𝒉

Había una vez, dos desafortunados chicos, una terrible aventura a la que se vieron comprometidos. Ambos confiaban tanto en el otro que dentro de nada notaron que existía algo más que una unión de pocos años. El tiempo hizo su esfuerzo, conforme los dos avanzaban iban metiéndose en más líos e intentando arreglarlos, uno de ellos supo que era especial, con un don que podría cambiar aún más. Él podía cambiar la gravedad de todo, detener el tiempo y viajar entre espejos, mientras que el otro solo sostenía su mano, su amistad fue lo más valioso que cada uno tenía en sus vidas, pues ambos habían perdido para siempre a sus padres. 

La historia continuó, con el lazo inseparable, tentándose en varias ocasiones por personas que no merecían perder a alguien también, una chica con la que ambos contaban para sobrevivir y momentos que no se podrían volver a repetir jamás. Así es que yo entendí como tenía que pasar para que a través de todo esto, fuera luchando por lo que siempre deseé.

Un día la amistad careció de mi confianza, del temor de volver a un mundo donde la realidad nos convertiría en esclavos de un terrible destino, hizo que en el último momento soltara al único que sabía que nunca me fallaría, desde ese entonces todo creó un caos inimaginable. Del que ahora era parte.

"¿Qué nos unió para siempre?"

12 𝑚𝑒𝑠𝑒𝑠 𝑎𝑡𝑟𝑎𝑠...

La madre de Dan estaba al teléfono mientras los dos estábamos sentados en el sillón de su casa. Ella daba varias vueltas por toda la sala haciendo muchos gestos con los brazos, mis ojos se esforzaban en no mirarla para evitar incomodar.

—Ahhh.. Si, Dan está muy bien. No hay de que preocuparse— Repite la madre de Dan con insistencia separando el teléfono un poco.

—De acuerdo, le diré de mi parte...— Continúa diciendo con una mirada bien perfilada, los ojos de Dan están atentos a cada palabra.

—Adiós— Ella cuelga el teléfono y él se acerca más.

—¿Quién era mamá?— Pregunta un Dan preocupado, sus dedos se rozan sin parar.

—Era Hazel, te manda saludar y eso...— Responde con una sonrisa dudosa.

—Entiendo, gracias por decirle que no estaba en casa— Responde y baja su mirada, su madre le acaricia el cabello con suavidad.

—Noah, lamento que tuvieras que escuchar todo eso..— Su madre mantiene la atención por unos segundos en mí y yo niego varias veces.

—¡No! ¡Está bien!.. Yo lamento que tengan que escuchar a mi padre gritarme cada que me quedo aquí— Insisto con mucha incomodidad

—Me alegra que hoy saliera de la ciudad— Murmura en voz baja Dan y su madre lo calla tapándole la boca.

—A mi también, odio que no diga que es lo que va a hacer, me imagino que se la pasa malgastando su dinero en alcohol— Retomo la conversación con sinceridad y los ojos de ambos se sorprenden de golpe.

—Es bueno que te quedes aquí la más que puedas— Dice la madre de Dan levantando sus cejas y volviendo a mirar hacia abajo.

Ella da pasos largos hacia la entrada, cruzando la sala, Dan lo acompaña como un patito a su espalda.

—¡Yo te ayudo!— Menciona él de forma sorpresiva y empieza a cargar sus maletas, guiándolas afuera, mi instinto responde de inmediato haciendo que me levante y le ayude con el resto de cosas que carga.