Capítulo 24: (Identidad)

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏

¿Quién eres? Empezaste a leer esto y ahora tu decisión ha puesto en duda mi identidad, tú y yo somos tan similares, las preguntas que te has hecho, son las que me hago ahora. Tal vez nuestra conciencia se ha conectado y ahora rompimos esa tensión, las ventanas que parecían separar nuestros mundos se han roto en cristales que han permitido a nuestra conciencia mirar más allá de lo que creíamos era real, definiendo y cuestionando la misma realidad para siempre. Sea cual sea la manera, me siento más cercano a ti, tanto que confío en tu propia visión.

Mirarme al espejo nunca fue fácil, en un principio me negaba a ver ese rostro porque no entendía que había detrás de él, lo sé, algo que no encajaría en mi personalidad. Dudaba el porqué tenía miedo de ver a alguien igual a mi, tal vez mi peor temor había sido mi propia persona, mi verdad detrás de todo este caos desenfrenado que comenzó con una píldora anaranjada. 

En un principio te había contado que tuve recuerdos muy complejos de mi infancia, creo que no se corrompieron del todo por personas. Si no por mis propios pensamientos, es humano sentirse mal, es incorrecto mentir sobre ello, pero... ¿Está bien no saber qué debes sentir?

Por poco tiempo me sentí el peor ser del mundo, apenas noté que Noah no estaba y el espejo en el que yo podía recuperarlo solo se destrozó en mil pedazos, desquité mi ira y deje que mi propio poder casi destruyera este hospital psiquiátrico. El tiempo actuó a la perfección, pues justo cuando sentí que la caída los mataría a todos, lo evité, esa fe dentro de mí me llamó a hacerlo.

Miré hacia mis bolsillos y encontré esa pequeña cruz, la que mi madre me entregó al morir en sus brazos, había sobrevidio ahí con todo lo que vivimos, la emoción que me trajo fue tan fuerte, que en milisegundos sentí una extraña estele recorrer todo mi cuerpo poco a poco, cuando logré concentrarme algo increíble había pasado.

Guardé de nuevo la cruz en mi bolsillo derecho y miré al frente, el escenario era impactante, acompañado de una fuerte presión que se sentía en la atmósfera, el tiempo se había detenido. El reloj en la pared del cuarto donde yacían los restos del espejo también, decidí con astucia girarme buscando con a Laura en cada rincón posible, el tiempo estaba roto empalmado en este instante para siempre.

Corrí a todos lados, notando como pasaban más de 30 segundos y todo seguía igual. Era claro, algo estaba pasando, algo que yo provoqué con mi poder. Un estrepitoso mareo en mi cabeza viajó desde arriba hasta las plantas de mis pies a la par que me tambaleaba, sentí que una energía se había liberado, producto de mis sentimientos.

¡¡Aghhh!! Laur...— Mi cuerpo persistía entre movimientos bruscos y de mi nariz escurría un espeso líquido rojo, con todas las cosas aún fuera de su gravedad.

¡¡LAURAAAAAA..!!— Mis piernas no soportaron el peso y me derrumbé, el pasillo empezaba a dar vueltas por todos los ángulos mientras las luces parpadeaban espasmódicamente.

¡¡DAN!! ¡DIOS MIO, AQUÍ ESTÁS!!— Gritó una voz peculiar, a la par mis oídos repitieron ese sonido varias veces en lo que el frío del suelo quemaba. 

Unos brazos me sostuvieron poco a poco y me arrastraron por las escaleras, escuchaba como la chica jadeaba y jadeaba por el esfuerzo, me sentía tan inútil al no poder moverme por mi cuenta, tanto que comenzaba a luchar por hacerlo.

Gravity (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora