"Solos tú y yo, dos chicos desafortunados en un mundo complicado"
Dan, un chico de 18 años junto a su mejor amigo Noah son causantes de un suceso terrible en la ciudad de Moonlight, los dos intentan huir desesperadamente de la policía, esto los cone...
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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏
Ilusión, el camino de lo desconocido, mi decisión final estaba clara desde el momento que te dejé ser parte de ella. Noah y yo merecíamos quedarnos, nuestra propia intuición sabía que sin importar qué, aún podíamos entender esta nueva realidad. La ilusión es un sueño que perdura en cualquiera, cuánto más te acercas de entender algo te creas una paradoja que solo resolverás indagando a fondo en tu propia conciencia. Un espejo del que surgió una dimensión capaz de explorar incluso más mundos que el real, no tendríamos que herir a ningún policía jamás, el resto de nuestras amistades por fin tendría una vida normal.
Sonreí con mi quijada temblando despacio, miré a mi mejor amigo como jamás antes y me dispuse a actuar.
—Todo acaba ahora...— Me acerqué despacio al espejo y él me acompañó detrás con un suspiro corto.
Desde la dimensión espejo miraba aquella barrera en la que al otro lado estaba un mundo real. Mis ojos se fijaron en el reflejo que lo acompañaba mientras el viento agitaba mi cabello. Usé toda mi fuerza y estampé la mano contra el cristal del espejo, este se quebró en miles de pedazos y a su vez causó una onda expansiva que voló por los aires todos los objetos del lugar, las luces parpadearon y pronto la gravedad aprisionó nuestros cuerpos haciéndolos levitar.
El segundero del inmenso reloj empezó a avanzar con normalidad, los dos intentamos levantarnos despacio contemplando el desastre que se había formado, al ver al frente solo quedaba el marco de aquel espejo vacío para siempre, con algo de debilidad nos acercamos hasta él solo para notar que la decisión ya estaba tomada.
—Dan...— Me dijo su suave voz, intenté contener las lágrimas. Sabía las consecuencias de estar en este sitio.
—Eres la mejor persona que he conocido...— Me giré hacia Noah y contemplé sus ojos con las tonalidades púrpuras de la dimensión.
Nos giramos hacia lo que quedaba del espejo en silencio y mis ojos se cerraron suavemente.
—Adiós al mundo real...— Afirmé sintiendo los recuerdos más vívidos atravesar mi mente.
Noah y yo caminamos de vuelta hacia la puerta de la torre en la dimensión espejo, bajamos por los escalones y finalmente salimos para siempre del sitio.
El frío nos abrazaba con una dura sensación en nuestros corazones, ambos caminábamos lejos de la torre hasta que del cielo empezó a descender un montón de nieve.
Cada partícula de esta nos envolvía de una manera perfecta y mágica, Noah y yo nos miramos de nuevo y con el corazón latiendo con locura, me atreví a unir nuestros labios.
