"Solos tú y yo, dos chicos desafortunados en un mundo complicado"
Dan, un chico de 18 años junto a su mejor amigo Noah son causantes de un suceso terrible en la ciudad de Moonlight, los dos intentan huir desesperadamente de la policía, esto los cone...
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(𝚃𝙴𝚁𝙲𝙴𝚁 𝙴𝙽𝙵𝙾𝚀𝚄𝙴: 𝙳𝙴𝙲𝙸𝚂𝙸𝙾𝙽𝙴𝚂)
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒐𝒏𝒐𝒗𝒂𝒏
¿Puede una elección cambiar tu vida?
La gente tiende a escoger lo que crees es mejor para ellos, en realidad, lo que duela menos en ese momento. Nadie está totalmente preparado para prevenir todos los posibles escenarios, tragedias ocurren a diario sin que alguien esté consciente, algunas cosas buenas salen de ello, pero tú no debes dejarte engañar, tu única visión siempre se verá trastornada por el influjo de personas a tu alrededor.
Quisiera poder viajar atrás, poder tener ese don, algo que tan solo hubiera evitado que esto pasara, ahora el resentimiento sigue de pie, la ilusión de mi futuro ha cambiado quizás para siempre, pero la idea proseguirá hasta convertirse en un recuerdo atormentado. Siempre me preguntaré exactamente lo mismo.
"¿Qué pensaban esos asesinos cuándo lo hirieron?"
3 𝑚𝑒𝑠𝑒𝑠 𝑎𝑡𝑟𝑎𝑠...
Papá y yo teníamos una casa en Moonlight, su trabajo de policía era tan exhaustivo que apenas tenía tiempo de charlar, pero hoy por primera vez había decidido enseñarme como usar ese artefacto.
—Apunta...— Repitió despacio entre mis oídos y extendí mi mano hacia el blanco en la cerca del jardín.
—Observa, con mucho detenimiento— Mis pupilas estaban fijas en ese punto negro del centro mientras sostenía la pistola con ambas manos.
—¡DISPARA!— Su voz activó mis sentidos de repente y jalé el gatillo sin piedad dejando que el sonido se dispara acompañando la acción, mis manos temblaron un poco ante el efecto.
Una bala emerge casi tan rápido a medida que una chispa la acompaña, esta impacta con eficacia el blanco y desprende miles de astillas que veo volar en cámara lenta.
—¡BIEN HECHO HIJO!— Sonreí victorioso y lo miré, mi padre asentía muy seguro de mis pasos.
—Suerte que eran balines y los vecinos estaban avisados— Afirma mientras mantiene su pecho firme, bajé el arma y se la entregué.
—Es hora de comer...— Su cuerpo se aproximó a la entrada de nuestra casa y decidí seguirlo hasta la cocina.
Dentro de casa todo estaba desordenado, una caja de pizza estaba colocada en el centro de la mesa lista para ser consumida.
—Adelante, poli...— Mi voz insistió y con prepotencia me serví mi rebanada.
—Ya tienes que quitarte esa costumbre de no ayudar al servir hijo— Intuye negando.
