Capítulo 7/ Fiesta de despedida 1/4

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Me levanté debido al dulce canto de las aves. Su melodía iba en un suave compás que destilaba paz y belleza por todos lados. Algunas aves se posaron en mi balcón y me levanté para cantar al ritmo de su sinfonía. Mis pies empezaron a danzar mientras llegaba a la nota alta y varios pajaritos volaron hacia mis brazos para rodearme en su aura de felicidad.

Bah. ¿A quién engaño? Eso solo pasa en las películas de Disney y a la escuincla de rayita. ¡No señores! Ni siquiera tengo balcón.

La mañana de hoy esta incluida en mi lista de "las peores mañanas de Mia Collins" junto con el día en que me caí de la escalera debido a un "ligero y suave" empujón de Julian y Martijn, terminé con una pierna fracturada y una escayola rosa fresa.

Recapitulemos:

Me desperté debido al incesante sonido de mi alarma proveniente de mi teléfono. Tuve la oportunidad de probar mi fuerza de voluntad ya que tenia unas ganas inmensas de destruir el despertador pero no podía. Es decir, no podía destruir mi teléfono porque no podía costearme otro. Triste realidad.

Cuando decidí levantarme de la cama un escalofríos recorrió todo mi cuerpo erizando los vellos de mis brazos. Un revoltijo se hizo presente en mi estómago y empecé a sudar como puerca. Esto solo puede significar algo...

...diarrea. ¿¡Por qué a !?

Corrí como lo haría el mismo Usain Bolt hacia al baño para descargar. Es lo peor que te puede pasar; ese insesante malestar. En fin, cuando llegue al "asiento celestial" sentí un gran alivio correr por todo mi sistema nervioso. Es la satisfacción mas grande.

"Bueno, creo que no hace falta que les cuentes tu fatídica historia diarreica" dijo mi conciencia haciendo una mueca de asco.

Cuando me giré para tomar el papel higiénico, no estaba.

¡No estaba! ¡No había! ¿¡Con qué demonios me limpiare ahora!?

Observé la cortina que dividía la ducha y pensé un momento mis opciones. Negué efusivamente y descarte esa idea así que recurri al segundo plan. Me quité mi pijama y me introduje en la ducha para poder "ducharme". Giré la manecilla pero no salió ni una sola gota de agua e intenté varias veces pero no daba resultado.

—¡Mamá, no sale agua!—grité rogando que mi mamá me escuchara.

—¡Hija, olvidé pagar el agua! ¡Usa el agua almacenada en la jarra!—gritó en respuesta mi súper responsable madre.

Rodé los ojos y procedí a bañarme con un envase.

...súper cool.

***

Hoy sería mi ultimo día en mi hogar así que eso solo puede significar una cosa:

¡Party hard!

Mi mamá estaba encerrada en su habitación viendo su novela para dejarnos la casa libre para hacer la fiesta. Tomé la bolsa que me había dejado mi madre para decorar la casa y lo boté en la basura porque no iba a poner en mi fiesta piñata, ni globos, ni confeti. Esta sería una fiesta de personas maduras.

Mejores Amigos ¿por siempre? (Martin Garrix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora