Capitulo 20/ El amor es un salto al vacío

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|Por favor, leer la nota de la autora al final. ES IMPORTANTE|

MIA'S POV

Mi despertador está programado para sonar, exactamente en cinco minutos. Me he pasado toda la noche despierta, dando vueltas en mi cama, contando las horas que faltaban para que amanezca y repasando toda las actividades que haría mañana, las cuales se resumen en firmar mi contrato con Spinnin Records e ir a la cena en casa de los Garritsen con mi mamá. A la cual estaba indispuesta a asistir por lo cual no lo haría. O al menos lo intentaría.

Algunos rayos de sol se filtraban por la ventana y lamenté no haber pegado un solo ojo en toda la noche.
Solo me dediqué a planificar mi día para que saliera perfecto -como siempre lo hago- y hoy, el día más importante de mis diecisiete años, no sería la excepción.

Mis ojos empezaron a cerrarse débilmente. El sueño estaba venciendo a mi mente y era algo que teóricamente no podía detener. Me dediqué a cerrar mis ojos completamente y dormir un rato, lo cual fue en vano ya que mi inoportuno despertador empezó a sonar con un sonido irritante que temí que en algún momento lo aventaría contra el piso.

Gruñendo para mis adentros, me obligo a salir de mi pequeña pero cómoda cama. Me metí a la ducha esperando unos segundos hasta que el agua se calentara. Sentí un horrible e intenso dolor de cabeza -desventaja por el insomnio - alejé todos mis pensamientos negativos y me enfoqué en mi firma con Spinnin Records.

...pensé que jamás diría eso.

De algún modo u otro, hay situaciones que creemos que nunca-ni en un millón de años- pasarán, y de repente ocurren. Creo que es ahí donde esta la magia. Esa sensación de plena satisfacción al ser consiente de que cumpliste tu sueño, o que lo estas empezando a hacer. Comenzar tu propio camino siguiendo a tu corazón.

Me vestí con un jean ajustado a mis delgadas piernas, una blusa blanca con transparencia, acompañada con mi suéter de lana negro y mis infaltables botas Timberland. Dejé mi cabello rubio suelto con algunas ondas naturales. Desconecte mi teléfono y tomé mi bolso dispuesta a bajar a desayunar.

Tengo un nudo en el estómago y, mientras bajo por las escaleras, rezo para que la ansiedad que tengo vaya disminuyendo conforme avanza el día. Toda mi vida ha consistido en una serie de tareas que me preparaban para este día, mi oportunidad de producir música.

Me he pasado los últimos meses anticipando nerviosa este momento. Me he pasado los fines de semana estudiando cada melodía y sonido mientras que mis amigos salían por ahí y bebían haciendo cosas típicas de adolescentes. Yo no era así.

-¿Y esa cara?- preguntó mi madre tomando mi rostro entre sus manos.

-Nervios, quizás. - dije dedicándole una cálida sonrisa a mi mamá.

-Tu desayuno está en la mesa. Subiré a lavarme los dientes y cuando baje nos iremos. -dijo mi mamá subiendo por las escaleras.

Tomé asiento en la mesa y no dudé ni un segundo en devorar mis hotcakes con miel. Tomé un sorbo de mi jugo de manzanas para pasar el bulto que tenía en mi garganta.

-¡Se me estaba olvidando!- me sobresalte en mi asiento con la repentina presencia de mi madre-Recuerda que iremos a la cena en casa de la señora Anne.

<<¿¡Cómo olvidar ese pequeño detalle!?>> gritó mi conciencia de brazos cruzados y ceño fruncido.

Mejores Amigos ¿por siempre? (Martin Garrix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora