Shadow Hashira [Rengoku Kyojuro x oc]

#6: Aliento de resplandor; primera postura.

Cuando dijo "un lugar privado" no esperaba el campo de glicinas al pie de la montaña dónde se efectúa la selección final, estar de nuevo allí le recuerda a Makomo al instante, su fugaz primer amiga.

Pero tener al pilar ahí de frente, entre toda esa luz púrpura por las glicinas hace que sus pensamientos se mezclen. Ahora no sabe en qué distraerse para no mirarlo en todo momento aunque era sumamente difícil si él se dedicaba a permanecer tranquilo sentado en el suelo esperando a que ella también lo hiciera.

Un silencio cómodo inunda el lugar, los sonidos naturales del bosque eran tan serenos por el día que hacían del momento más ameno.

Rengoku se mantiene sereno, expectante ante el aura que irradiaba la menor.

—Oyakata-sama me ha comentado sobre su padre, el ex pilar de las sombras —empieza con voz potente, asustando un poco a la chica que no esperaba tal intromisión del sonido— Él quiere saber si el aliento de resplandor es lo suficientemente potente como para acabar con Muzan...

La duda nace en ambos, es cierto que los alientos que manejaba su padre eran contradictorios siendo uno de luz y otro de oscuridad, con sus pros y contras, el de resplandor mantenía sus posturas misteriosas, Kyomi nunca aprendió a hacerlas, era demasiado poder para su corta edad y aprendizaje. Apenas y podía soportar el aliento de las sombras ¿Cómo podría sobrellevar uno adicional?

—El aliento del resplandor... es más complicado de lo que se escucha...

Kyojuro la mira esperando que siga con la explicación, sin embargo, ella no tenía nada más que decir acerca de eso. El nerviosismo vuelve en cuestión de segundos haciéndola tímida.

—La leyenda del resplandor habla sobre la quinta postura, es difícil de efectuar y sostener, se necesita de la katana más poderosa y de la persona mejor entrenada... Yo no podría hacerlo ni aunque me fuera la vida en ello —comunica él, suspirando tranquilo— Oyakata-sama tiene fé en ti y, sinceramente, también yo.

Eso hace a Kyomi levantar la mirada impresionada, con la situación pasada del mensaje de Kibutsuji estaba lista para la desconfianza no sólo de él, sino de todos. Rengoku le dedica su mejor sonrisa amable tratando de levantar su ánimo sin saber que lograba más que eso.

—L-la nichirin de mi padre... está dañada... y yo... soy sólo una...niña.

—¡No se trate de esa manera, Hikatokage-san! —interrumpe de repente, moviéndose de su lugar y tomando las manos de la chica— ¡Parece difícil ahora pero no debe darse por vencida sin intentarlo antes! ¡Encienda su corazón y respire con paciencia, j-juntos creceremos y derrotaremos a Kibutsuji Muzan!

Para cuando se dio cuenta de lo que había dicho ya era demasiado tarde, el rostro asombrado de Kyomi mantenía sus mejillas sonrosadas, sus manos temblaban y que decir de su mirada, Rengoku se levantó lo más rápido posible, dando la espalda ocultando ese pequeño tono carmín de su cara. Lo peor es que no se arrepentía de sus palabras.