No fue fácil.
Kyojuro tuvo que guardar reposo después de romper el vínculo. Fueron horas las que pasaron con él inconsciente. Yushiro lo cuidó mientras que Tamayo seguía trabajando en la cura para volver a un demonio en humano. Al parecer, Tanjiro la había encontrado antes, ella dió grandes referencias de él, diciendo que era una gran persona y todos estaban deacuerdo.
Ya había pasado un mes desde que Kyojuro regresó a su vida, fue una avalancha de emociones desde entonces. Entre la desconfianza y euforia total.
Estaba plenamente orgullosa de él.
Tamayo explicó que por lo general cuando Muzan convierte a un humano en demonio sus recuerdos son olvidados casi instantáneamente, sin embargo, Rengoku parecía recordar más que los demonios promedio. Él recordaba a su hermano y la dura infancia después de que su madre murió, recuerda la época en la que se convirtió en pilar, los nombres de sus conocidos, y por supuesto, los recientes sentimientos fuertes hacia Kyomi. Su devoción hacia su trabajo y la mujer que lo acompaña son tan grandes que sería imposible olvidar, incluso si hubiera renacido.
Poco tiempo después un nuevo mensaje llegó, este era redactado por Mitsuri especificando que la guardia fue efectiva, hubieron varios ataques de demonio con rango inferior a los doce kizuki, uno que otro era fuerte, pero al menos fue cierto, Muzan estaba a pequeños pasos de atacar y Kyojuro era como un profeta.
Su estadía en la casa de Tamayo aún no terminaba, la sangre de Kyojuro servía para muchos remedios y antídotos, a cambio era alimentado con sangre donada¹, aumentando su fuerza poco a poco.
[ La sangre donada¹: en el anime Tamayo explica que tanto ella como Yushiro no se alimentan de humanos sino de sangre que es donada por las personas, ya que piensan que es doctora. ]
Durante el día toman largas siestas, Yushiro a menudo se quejaba de Kyojuro, pues este inconscientemente lo abrazaba al dormir. Hubo un momento en el que no pudo soportarlo más y mientras que aún seguía dormido lo cargó hasta la habitación donde se quedaba Kyomi.
—Ya no lo aguanto, sácalo al sol o que duerma contigo.
Después de eso, Kyomi no tuvo de otra que cederle el futón, no podía negarse estando en casa ajena y aún más recibiendo ayuda de ellos. Kyojuro lucía genuinamente cansado pero Tamayo dijo que era parte del proceso, despegar su mente conectada a Muzan dejaba un agotamiento increíble. Velo su sueño, manteniéndose cerca en caso de que despertara, acariciando su cabello débilmente y admirando esas extrañas "raíces" en su rostro.
—Akaza me dañó un ojo y un pulmón, a Kibutsuji se le hizo divertido recalcar eso, —habla de repente cortando el momento ameno, Kyomi aleja su mano rápidamente, avergonzada de la confianza repentina pero él la toma y la regresa a su lugar instandola a que siguiera— hay una cicatriz gigante en mis costillas pero no me duele nada, podrías cortar mis brazos y piernas y no me dolería.
El recordatorio de su cambio a demonio siempre presente la tenía agobiada. Rengoku Kyojuro era más humano que muchas personas, incluso ahora.
Kyojuro se mueve hacia un lado, dejando espacio suficiente en el futón, era individual pero cabrían perfectamente.
—Por favor, recuestate conmigo antes de que muera nuevamente o se me escape el valor —las caricias a su cabello paran y Kyomi se echa hacia atrás. Es cierto que cuando lo vio en aquel pequeño cuarto no se contuvo y se lanzó a sus brazos, ahora le estaba pidiendo un abrazo similar pero en contexto diferente— ¿confías en mí? —su tono es bajo y dócil, esperando una respuesta sincera.
—Si...
Kyojuro la recibe en sus brazos y se mantienen en silencio, sólo disfrutando de la compañía y calidez, el cuerpo del alto es tibio, sus manos son frías y los dientes le castañean por lo gélido del ambiente. En cambio, la temperatura corporal de humano de Kyomi le da un confort increíble, le hace recordar a su primer abrazo en el campo de girasoles, lo tan emocionado que estaba por despertar al día siguiente y el enorme sentimiento de orgullo cuando Tanjiro le confirmó su aceptación antes de morir. Le debía recuerdos gratos apesar de no convivir demasiado.
—Confío más en tí que en mi misma.
El corazón se le detiene un segundo al sentirla acomodarse a su lado, frotando la cabeza contra su pecho y apretando su cintura al abrazarlo, esto es lo que pudieron haber vivido si él hubiera sido más fuerte. No, de haber utilizado más fuerza de igual manera terminaría muerto, lo que realmente debió hacer fue llevar polvo de glicinas consigo, podría haberlo ahuyentado.
—Lamento no haber escapado contigo a esa misión... Ya había dominado la primera postura de resplandor, fui una tonta al no seguirlos...
—Si hubieras estado ahí Akaza te habría masacrado como a mi, Muzan es un desgraciado que sólo espera un descuido para acabar con la única persona que podría matarlo, —su agarre se intensifica y hace que ambos se acerquen más— No voy a permitir que siquiera te toque —puede sentir los nervios de la chica entre sus brazos, su corazón acelerado y la respiración entrecortada, no sabe si fueron sus palabras o la forma en la que fuerza a sus rostros a encontrarse.
La tentación de unir sus labios lo domina por unos segundos, es una atracción tan intensa que casi no se puede resistir, tranquiliza las ganas con un besito a su frente, lo menos que quería era asustarla con sus sentimientos y repentina necesidad de caricias.
Se conformó con estrujarla cerca, algo que no pudo haber hecho antes y que habría necesitado de muchísimo valor. Luchar con demonios no se comparaba a cuidar de una mujer, para nada. Podría tener toda la valentía del mundo pero si Kyomi dormitaba entre sus brazos él se convertía en nada más que un hombre nervioso pero feliz.
Ahora era él el que velaba su sueño, calentando sus manos al pasarlas por la espalda, tan tranquilo que se permitió deleitarse con su olor, el clásico vainilla ahora mezclado con su esencia a humano hacía todo mejor. Sin pensarlo, se encuentra enterrando la nariz en su cuello, dejándose llevar por la fragancia que lo envuelve cómodamente. Una enorme tentación de lamer lo ciega y apenas su lengua toca la piel Kyomi tiembla pero no se mueve del lugar, la frase "confío en ti" se repite en su mente una y otra vez, ella le estaba confiando su vida al permitirle seguir.
La zona del cuello comienza a recibir pequeños besitos consecutivos, Kyojuro no reprime su curiosidad y en el proceso atrapa una porción de piel entre sus dientes, un jadeo sorprendido lo hace alejarse.
—¿Te lastimo? —cuestina en tono tenue.
Kyomi no puede mirarlo, no después de aquél sonido vergonzoso, sólo niega reiteradas veces y esconde el rostro.
Kyojuro vuelve al lugar, esta vez siendo más suave, comprendiendo que no tenía ni un gramo de experiencia, no sabía cómo relajar el cuerpo tenso entre sus brazos, besa sutilmente, siendo cuidadoso de no volver a morder, un suspiro se le escapa a la menor y eso lo invita a seguir, podría ser un demonio ahora pero no dejaba de ser hombre, el amor por una mujer no se olvida y aunque esta seguro que el respeto es lo más importante, ahora mismo lo único que puede hacer es desahogar la tentación contra su cuello, besar y lamer para aliviar la picazón de tocar algo más.
El cuerpo antes tibio de Kyojuro comienza a recobrar el calor a medida que los besos suben de tono, no sólo es el impacto de sus labios con la piel, es el roce constante y la sensación de satisfacción. Pronto el cuello no fue suficiente. Concentrado en seguir sintiendo aquel inquietante y nuevo placer continúa bajando sus besos por la clavícula, descubriendo el hombro y dejando la piel expuesta, no se detiene hasta que siente como la espalda de Kyomi se arquea hacia atrás.
Ella no controla los latidos de su corazón y la respiración apresurada delata que tal vez no le había disgustado su capricho de besar. Fue cuestión de segundos y un par de miradas para confirmar que estaba bien seguir.
¡Es hora de un secreto de la era Taishō!
"El cumpleaños de Rengoku Kyojuro es el 10 de Mayo, su signo zodiacal es Tauro y le gustan las batatas a la sal"
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Shadow Hashira [Rengoku Kyojuro x oc]
FanfictionLos demonios son cada vez más fuertes y Muzan Kibutsuji esta lejos de ser atrapado, por eso, Oyakata-sama esta en busca de un nuevo pilar, alguien fuerte y responsable, de corazón noble e imperturbable. Hikatokage Kyomi, una cazadora que apenas supe...