𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 - N̶o̶t̶ ~𝙹𝚄𝚂𝚃 𝚂𝙴𝚇~

Mi excepción. (1/2)

(Este cap se sitúa en la línea de historia de Banana fish, cuando Eiji y Ash estaban en el departamento que el rubio compro con el dinero robado de las cuentas de Dino.)

La noche caía en New York, poco a poco se dejaban ver las tantas luces, adornaban hermosamente la ciudad tan grande.

Un chico rubio bastante atractivo entraba a un departamento lujoso, se veía cansado. Tenía la mirada perdida en sus pensamientos. Apenas anochecía, así que era algo temprano.

- Llegaste... Me alegra. ¿Estás bien? - un joven que parecía totalmente lo opuesto al rubio, pues contaba con una cabellera y ojos oscuros. Se acercó a este, era ligeramente más alto que el, pero el japonés lucía claramente mayor por su expresión de preocupación.

- Si, perfectamente. - trato de lucir bien para el chico que lo tomaba del rostro, quería huir rápidamente de ahí, no quería sonrojarse frente a este, su agarre era tan cercano que tenía miedo de reaccionar de más.

- Mmm... Bueno, ve a cambiarte. La cena casi está lista, podemos cenar cuando salgas o esperar a más tarde. Cómo gustes. ¿Tienes hambre? - preguntó mientras se dirigía a la cocina.

- Sí, un poco. - dijo el rubio al sentir un revoltijo en su estómago. - Iré a bañarme, necesito dispersar mi cabeza. -

Sentía la calida lluvia de agua caer sobre mi piel, estaba cansado, no físicamente, sino mentalmente.

Fui con Max a hablar algunos asuntos acerca del Banana fish y realmente estaba cansado.

De todo esto, pero aún más de mi.

Hace unos días mataron al gordo imbécil antes que pudiese darme respuestas, era bastante extraño.

Pero cuando atacaron a Eiji por la ventana fue que entendí quién estaba detrás de todo esto. Blanca. Ni siquiera quiero pensar en todo esto, tampoco puedo.

No sé la razón, pero no dejo de pensar en el día con el viejo.

Yo en la misma situación de siempre, luciendo como un jovencito pequeño siendo sumiso ante un viejo asqueroso.
Esa era la historia de mi vida, me da más repulsión cada vez que pasa una vez más. No sé hasta dónde aguantaré.

Y el otro detalle que ronda por mi cabeza, no puedo llamarlo problema, el jamás lo sería.

Eiji.

Mi Eiji... No puedo permitir que le hagan daño, no a el.

Me deje caer por la pared del baño y termine sentado en la tina con mis rodillas pegadas a mi. Cerré los ojos y me recordé ese día.

Eiji entrando a la habitación, yo secando mi cabello.

Su mirada de desconcierto al verme vestido así, como recorrió de arriba a abajo.

Derrepente esa imaginación volvió de nuevo...

Yo arreglado como un menor, siendo lindo y amable, actuando con inocencia fingida.
Yo siendo acostado y besado, con alguien encima de mi.

Un hombre quitándome el pantalón, acariciando mis piernas, subiendo por mi torso y dejando besos encima de mi.
Un hombre besando mi cuello.

Yo cerrando mis piernas, al menos intentándolo.
Yo disfrutando las caricias y besos.

Derrepente...

Yo encima de unas piernas, sentado en el regazo de alguien, restregandome como me enseñaron, dejando lucir lo adiestrado que estaba para saber moverme.
Yo viendo unas manos delicadas acariciando mis piernas.
Yo apretando mis muslos. Me gustaba como me tocaba. Realmente me gustaba.