embarazados

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Beso delicadamente el cuello frente a el, disfrutando la calidez del cuerpo que abrazaba, adorando con cada partícula de su alma los ligeros jadeos del omega entre sus brazos.

Nunca había sido para el eso de tener pareja, formar una familia con un omega y esas cosas. Siempre fue algo que no le tomó mucha importancia pues le parecía cliché y normativo.

Claro eso hasta que conoció al hermoso japonés de ojos brillantes con personalidad tranquila y fuerte. Ahí su idea cambió rotundamente y aunque su familia lo molestara constantemente por su contradicción, el sólo intentaba concentrarse en su más bello destinado.

Fue así que siguió los besos hasta bajar un poco, a la altura donde yacía su marca permanente, totalmente cicatrizada de un color rosa ligero. Recordó la propia marca pequeña en su cuello, esa que el omega hacia a su pareja como muestra de amor incondicional. Era afortunado, no cualquiera portaba la marca de un omega.  Lamió la zona mientras seguía acariciando con sus manos el menudo cuerpo del más bajo.
Se encaminaron a la cama después de cerrar la puerta, impidiendo que Buddy entrara, papás harían cosas privadas.

Adoro la vista que su pareja le regalaba día con día, a pesar de su muerte, estaba seguro que se llevaría la imágen de su rostro por la eternidad. No podía quitar su mirada de todo el. Hipnotizado se arrodilló para quitar los calcetines de omega, quería besar sus bonitos pies ligeramente hinchados, achaques de su condición.

Beso el interior de sus piernas por encima de la ropa, jugueteando un poco con el omega. Retiro el pantalón especial de este y sonrió al notar la maya elástica en la parte del estómago, incluso beso la dichosa prenda haciendo sonreir al amor de su alma. Ayudo a retirar el suéter el bonito cuerpo y retiro el propio frente la atenta mirada avellana para volver a hincanse entre las piernas rechonchas, abriéndolas y besando la piel a su paso. Su prometido temblaba en la orilla de la cama amplia donde yacía sentado.

Así es, Eiji Okumura le dió el ese mismo dia. Venían de un lindo restaurante que reservo para la ocasión, era el favorito del nipón y allí mismo, antes del postre, se arrodilló con una cajita de terciopelo color blanco para ofrecer no sólo el anillo más sofisticado y bonito que incluso mandó a hacer, sino también su alma y corazón, ofrecía toda su devoción, confianza y amor a aquel omega que con ojos llorosos le veía, sonrojado por la mirada de los comensales a su alrededor. Contestó un tierno "sí, me casaré contigo" cuando le hizo la pregunta con tono totalmente ansioso, con lagrimas cayendo por sus mejillas sonrientes.

Ese día era de los mejores en su lista, solamente después del día que se conocieron, aceptó ser su pareja y cuando se enteraron que estaba en cinta. Colocó la joyería que tanto tiempo se tomo en diseñar el mismo en un boceto, y que como espero, lucía perfecta en sus bellas manos. La cena fue maravillosa y muy rica, salieron llenos de felicidad, ansiosos por llegar a casa y hacer el amor de nuevo.

Chupó nuevamente la ingle, adorando como su prometido se dejaba caer en sus antebrazos mientras gemía complacido. Sólo alargó el momento para acrecentar esa delicada erección rosada entre sus piernas, para que el temblor aumentará necesitado. Sonrió ante el olor fuerte y extremadamente dulce, flor japonesa de musgo y melón fresco, su pareja comenzó a lubricar bastante. Por fin lamió desde la entrada hasta los testículos, saboreando el melón dulce en su boca. No se dejo convencer ante el fuerte gemido, se tomaría su tiempo para excitar tanto a Eiji que cuando lo penetrara lograra correrse con eso.

Comenzó el oral después de un par de marcas en las piernas, acarició las piernas del nipón disfrutando la textura de los vellitos en estas, eso hasta subir una de sus manos al vientre abultado. Y es que amaba con locura masajear con delicadeza el vientre que contenía a su cachorro, repitió el movimiento suave mientras chupaba el miembro duro, saboreando más el melón. Su omega gimió alto cuando sintió aquello, sabía que este adoraba que tocara su pancita. Subió y bajo su cabeza en movimientos regulares, sintiendo a su pareja contraerse.

𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 - N̶o̶t̶ ~𝙹𝚄𝚂𝚃 𝚂𝙴𝚇~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora