𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 - N̶o̶t̶ ~𝙹𝚄𝚂𝚃 𝚂𝙴𝚇~

A escondidas✨ 2x1

La película corría enfrente de todos aquellos pares de ojos.

La pandilla había puesto una película de acción para pasar un fin de semana agradable, hace mucho no tenían trabajo, todo iba con normalidad así que podían sentirse en paz por fin.

Varios chicos en el suelo, otros en el sillón, el olor a mantequilla grasienta y refresco sin gas estaban presentes, podías pisar alguna fritura si te levantabas, así que todos tenían extremo cuidado para no romper la magia.

En un sillón para dos yacían "los jefes", para los muchachos Eiji se había convertido en un jefe desde hace un tiempo, pues su palabra era igual, a veces más, importante que la de Ash.

Eiji infló sus cachetes algo aburrido, no le gustaban mucho más películas de acción, pero la pandilla lucía muy feliz. Así que no dijo nada. Arrastro la manitita, que estaba cayéndose y la acomodó, era otoño pero cada vez estaba más cerca el invierno y hacia un frío terrible.

Acarició el pecho de su novio y sonrió, no podía creer que llevarán aquella vida, aunque sorprendentemente no le molestaba.

No se extraño de los toques en sus piernas, a veces el rubio lo acariciaba sin darse cuenta mientras hacia otra cosa. Así que no le tomo relevancia.

No hasta que los toques fueron a su entrepierna y cuando miro al hombre este sonrió de lado.

Ya lo veía, lo hacía a propósito.

Ignoro lo que sucedía, estaban delante de muchos y sabía que el jefe no se atrevería a hacer algo así delante de sus chicos, cierto?

Claro que se equivocó.

Cuando la mano masajeó descaradamente su bulto intento fingir que no sentía nada, no hasta que la mano entro por un costado de sus shorts y los dedos pasaron por sus testículos. El calor comenzaba a subir y su miembro ya se sentía duro, los dedos jugueteaban encima de su zona intima como si de nada se tratase, el otro del americano era de desinterés, pero su mano era algo distinto.

– Sh. – paro al más joven.

Este sonrió y lo abrazo, atrayendolo a él, en el abrazo tomo una de sus manos con cariño y la acomodó encima de su entrepierna, el rubio tenía una erección muy dura en sus pantalones. Se sonrojo fuertemente, en ese momento agradeció las luces apagadas, sino sería evidente.

– Vamos al baño. – le susurro.

Se limito a negar avergonzado.

– Están los chicos, Ash. – comentó lo más bajo posible.

– Seremos silenciosos. Por favor... – pidió haciendo que su aliento caliente chocará en el cuello.

Se levantaron con sumo cuidado y los chicos ni siquiera parecieron darse cuenta, estaban embobados con las imagines y comida chatarra.

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– No está bien... – susurro.

– Nadie lo noto siquiera, los jefes estaban muy ocupados toqueteandose bajo las sábanas. – sonrió conteniendo su risa.

– ¡No hacían eso! – reclamó bajito.

– ¿No quieres estar aquí conmigo? – preguntó mirando con inocente falsa.

– Claro que sí... Sólo... ¿Si nos escuchan? – dijo tímido, sentir los brazos acercarlo le erizaron la piel.

– Tienen el volumen muy alto. – beso las mejillas con cariño y acarició el cuello. – Hueles bien. –