✨Primera vez✨

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La pareja se besaba algo ansiosa disfrutando cada contacto entre ambos, el silencio del nuevo departamento solamente hacia resonar alto cada sonido que creaban.

Cerraron la puerta dejando fuera al dulce gatito, no querían traumar a su hijo.

Regreso la vista al dulce rubio que estaba acostado en la cama esperándole. Se lanzó encima de él, el cabello dorado aún se sentía húmedo, pues había salido de bañarse hace un rato.

Rieron por los nervios que aún había entre ambos, no importaba cuentas veces lo hayan hecho ya, ni siquiera que tuviesen 3 años juntos. Sus besos y caricias seguían siendo ansiosas y en ocasiones torpes.

Desabrochó rápidamente la gran camisa color celeste que portaba su pareja mientras los besos en su cuello no podían ponerlo más duro. Sus erecciones al rozar causaron un gemido en conjunto que les erizó la piel. Cuando quitó su camisa y aventó ligeramente el cuerpo del más alto para que este se acostara se subió encima de su entrepierna y movió sus caderas.

– Eiji... – llamó jadeante. El nombrado comenzó a besar su pecho yendo directo a sus pezones.

–¿Mgh? –

– Quiero... quiero intentarlo. Me prepare al bañarme. – confesó nervioso.

– ¿Seguro? – preguntó besando el pecho y volteando su mirada al rostro.

– Sí... Hagámoslo. – asintió algo nervioso.

– Bien, yo te dilato. – se acercó al buró y saco el lubricante. – Si quieres parar sólo dilo. – aseguro dejando un beso en la mejilla haciendo sonreír al rubio.

Se acercó de nuevo y beso los labios delicadamente, acarició el rostro con cariño y comenzó a repartir cortitos besos. Eso hasta llegar al abdomen y quitar el boxer. Siguió con aquello, aunque estos besos eran más apasionados. Marco sus piernas pasando por los muslos, entrepierna, incluso pantorrilla. Se tomó todo el tiempo para excitar y complacer a su Aslan. Amaba desesperarlo al tardar demasiado tiempo entretenido besando sus piernas con total devoción.
Cuando menos lo pensó estaba entre las piernas abiertas chupando la erección mientras los gemidos eran altos y necesitados. Tomó el lubricante y dejó caer una generosa cantidad en sus dedos, fue jalado y se acostó a la par del cuerpo más grande.

Mirándose a los ojos se acercaron y volvieron a besarse más hambrientos, la vista era preciosa. Su Aslan era precioso.

Bajo la mano de a poco y la acercó a la entrada mientras masajeaba la zona, introdujo un dígito y sintió al contrario tensarse.

– Shh, shhh, necesito que te relajes. – pidió suspirando.

Los dedos estimulandolo eran magníficos, acariciaban lento y delicado. Sentía cosquillas en el cerebro, no podía evitar pegarse a Eiji y gemir cerca de su oído, chupaba sus pezones mientras se tomaba el tiempo para dilatarle.

Había conseguido relajarse en los brazos de su ahora prometido. Tenía tres dedos dentro de él y para su sorpresa se sentía muy bien más de lo que espero, aún más cuando masajeo cierta zona dentro de el que lo hizo delirar. Gimió alto y sus piernas se tensaron, se sentía delicioso. Su cuerpo temblaba involuntariamente y una ligera capa de sudor le cubría.

– Estoy listo... – susurró en el oído.

– ¿Seguro? Puedo hacerte correr así. – insistió en el punto haciendo gemir al rubio, lucía maravilloso. Tan sexy.

– S-si, te quiero adentro. – confesó sintiéndose rojo.

Entonces el japonés se colocó entre sus piernas ayudándole a recostarse. Se sentía demasiado bien, el roce era íntimo y cariñoso, no podía pedir más. Su pecho por fin estaba ligero.

𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 - N̶o̶t̶ ~𝙹𝚄𝚂𝚃 𝚂𝙴𝚇~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora