~𝖡𝗎𝖻𝖻𝗅𝖾𝗀𝗎𝗆~ 𝑳𝒖𝒛𝒖𝒑𝒍𝒂𝒚

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Un nuevo día se pronunciaba en la ciudad de Karmaland, el sol había salido hace unas cuantas horas, la mayoría de la ciudad ya se había despertado, los habitantes eran personas muy trabajadoras las cuáles se esforzaban porque Karmaland fuera un lugar mejor a pesar de ser ya para muchos la ciudad perfecta.

Luzu y Auron se encontraban en la cocina haciéndose el desayuno, entre bromas y mimos. Hoy irían hacía donde sus amigos Vegetta y Willy, ya que hablarían con Samuel sobre el gran problema que tenían en esos momentos.

Lolito.

No les gustaba llamarlo tal como "problema" (por lo menos no a Luzu) pero tristemente en esos momentos lo era, estaba haciendo las cosas difíciles.

Luzu ya había dejado en claro que no quería que nadie saliese lastimado, Borja tenía un corazón muy grande como para dañar a alguien que aprecia o simplemente a alguien.

El siempre cuida de los demás, siempre esta para todos, sin importar las circunstancias.

Cómo ya mencioné, a pesar de todo, Luzu si quería a Lolito, a lo mejor no de la misma manera que Lolito a él, pero si como familia, Manuel era su "Safe Place" en otras palabras, por eso Borja no quería que saliese lastimado, a pesar de que el pelinaranja se haya ido por mucho tiempo de viaje ellos siempre estuvieron bien, y estuvieron el uno para el otro, no pararon de hablar en todo ese tiempo, y a pesar de lo que sucedía, Luzu sabía que Lolito no era así.

O al menos eso quería creer.

—Mi niño, trae de esas tostadas, ¿Quedó de la salsa que hiciste ayer?—Decía Auron mientras llevaba los huevos cocinados hacía la mesa.

—Creo que si quedó un poco de salsa, ya la traigo—.Dijo Luzu quien llevaba los chocolates calientes, los dejó sobre la mesa, y fue hacía la nevera, sacó la salsa y de la alacena sacó las tostadas, las llevó a la mesa y se sentó junto su pareja.

Desayunaron entre risas y caricias, todo bien; cuando terminaron el desayuno ambos se bañaron y se cambiaron, se dirigieron al carro para ir directo a la casa de sus amigos.

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Lolito se encontraba sentado en un columpió el cual estaba al lado de otro de su mismo tamaño, a ambos los sostenía un soporte de un tronco de un árbol el cual estaba rodeado de maleza y pequeñas flores de los colores amarillo, rosado y azul, este las miraba con algo de melancolía y tristeza.

Estos columpios estaban ubicados un poco a las afueras de Karmaland, en un gran pastizal, donde había una casa, en la cual nadie habitaba pero esta aún así tenía dueño, Lolito.

¿Por qué Manuel tendría aquella hacienda si ya tenía su casa?

Sencillo, la había comprado hace algún tiempo, pero no sólo para él, claro que no, era la casa que se supone compartiría con su ser amado, Luzu, el amor de su vida.

¿Era una decisión apresurada la que había tomado? A lo mejor... siempre que veían esa casa Luzu se la quedaba mirando, sabía que le gustaba, por algo la había comprado, pero si lo pensaba bien, Luzu a lo mejor estaba feliz con Auron, pero Manuel quería que Borja fuese feliz con él.

Un pensamiento algo egoísta, dependiendo del punto que lo veas.

Quería formar una vida, tener una familia junto a él, adoptar una mascota, o un niño... Recuerda como soñó con eso, una familia; él, Luzu, un pequeño niño y dos lindos gatitos.

Pero todo vivía en su imaginación, a pesar de que quería luchar por quedarse con Luzu, sabía que él no quería, sabía que Borja quería ser feliz con Raúl, le dolía aceptar la realidad, no quería aceptarlo, el hecho de pensar que Luzu podría cambiar de opinión y quedarse con él...