ATOM

Capítulo 8:Esto no está bien, pero me gusta.

15 de marzo, 1986.

Atom Bates.

Me voy a joder.

O tal vez ya estoy en el hueco de los malditos jodidos.

Me detuve a pensar, ¿pensar qué? Últimamente no ha habido nada dentro de mí cabeza, nada que sea consciente. No me gusta perder el control o siquiera sentir que lo estoy perdiendo.

No estoy perdiendo el control.

Sólo soy amable, sí.

Porque puedo serlo, sin perder la compostura.

—Hola—murmura Sullivan, viene arrastrando los pies desde su habitación, sus ojos están entrecerrados y el olor alcohol y a cigarros emana de él.

—Te ves mal—indico un pequeño corte en su ceja.

—No preguntes—también toma asiento en la mesa. Abre una botella de agua y prácticamente la bebe de un solo golpe.

—No iba hacerlo.

—Bien—musita. Aunque sus ojos ya se habían despertado y me miraban con extrañeza.

—¿Qué?

—Haz estado actuando diferente estos días—apunta, intento encorvar mi postura y negar.

—Me siento igual.

—No. Normalmente tienes cara de mafioso enojado, y ahora sólo tienes cara de mafioso algo... ¿Feliz?

—¿Mafioso enojado?—lanzo una risa entrecortada.

—Hasta ríes por mí para nada gracioso comentario—entrecierra los ojos. Decido callarme y no seguir respondiendo.

—¿A dónde fueron ayer?—indago para cambiar el tema.

—A una ridícula fiesta de primates.

—Bueno, esos primates te dieron una paliza.

—Culpa a Callum, sabes cómo se pone.

—Deben de dejar ir a esos lugares—suspiro—Siempre ocasionan problemas.

Hult bebé lo último de su botella de agua.

—¿Y tú? ¿A dónde fuiste?

—¿A dónde fui?—corrugué el ceño.

—Sí, estaba ebrio, pero escuché la puerta abrirse y el auto encender.

No puedo decirle a dónde fui.

No porque no pueda. No quiero. Ni él ni Callum saben sobre la existencia de Annie, y prefiero mantenerlo así.

—Por ahí—me encogí de hombros, aparentando normalidad.

—Claro—su mirada me hace saber que no me cree. Pero no me importa menos. Se paró, tomó otra botella de agua y con la misma se fue hacia su habitación.

Aproveché para tomar papel y lápiz y transcribir algunas cosas. Una vez listo, me fui.

(...)

Encontrar a una chica pelirroja con cara de zombie es muy fácil dentro de una biblioteca. Ella siempre está en el mismo lugar, haciendo lo mismo por supuesto. Y me extraña que no esté leyendo el mismo libro, preguntándose por qué Peter y Katie Kate no quedaron juntos.