No sabe en qué momento termino con la bola de idiotas fuera del centro comercial, ¡a las putas tres de la mañana!.
Para el colmo, hacia un frío horrible.
Aprovecharon que estaba cansado y soñoliento para llevarlo a tal lugar.
Mierda. Debería hacer nota mental en, ya sea colocar el seguro a su habitación, o dormir con Shoto... Está última mejor no.
Su celular dió un pequeño pitido. Lo saco de su bolsillo para ver qué era un mensaje de Shoto. Preguntaba dónde estaba, ya que fue a su habitación y no lo miró por ningún lado.
Al principio se confundió demasiado del porque le llegaría un mensaje a las tres de la mañana. Pero, recordó que ese día... Era uno de ESOS días.
Suspiró mandando la dirección, quería regresar y no pasar alguna vergüenza más de parte de los orangutanes que tiene de amigos, excepto Jiro y Hanta, ellos eran más tranquilos.
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–Es que, ¿Que tan estúpido puedes ser en querer venir al centro comercial, ¡A las putas tres de la mañana!?. ¡Obviamente todos estaría cerrado, imbécil–. Gritó golpeando su cabeza.
–Te cabe toda la razón. Tienes toda la razón adentro–. Dijo Shoto con una mano en su barbilla asintiendo.
–No, mierda. ¡Lo hicieron de nuevo!–. Dijo Denki dando aplausos.
–¿"Hicieron de nuevo"?–. Pregunto Jiro confundida.
Shoto se apresuró a cubrir la boca de Denki, evitando que diera alguna explicación.
–Es mejor que lo dejemos todo aquí y nos vayamos de regreso otra vez, ¿No?–. Pregunto con una sonrisa–. Veo que tienen mucho sueño–. Los miro–. En especial tu. Vámonos–. Señalo a Katsuki–. Necesitas descansar, las ojeras no te van bien, mi amor–. Dijo tomando sus mejillas.
