—Que no voy a ponerme eso.
—¿Por qué no?. Si fodongo te vez increíble, ahora imagínate arreglado.
—No—. Se dió vuelta dejando a la chica bufando.
—¡Mina, yo no juego!—. Escuchó la voz de Eijiro.
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Al llegar a la habitación de Katsuki, lo miro recostado en su cama panza abajo. Solo tenía una de sus camisas con un boxer... Que por cierto, ajustado de ese modo le quedaba de maravilla.
Sonrió cerrando la puerta.
Se quedó caer de manera suave y susurro en su oído.
—Quién fuera noche para caerte encima—. Besos su mejilla.
Katsuki soltó una pequeña risa.
—Literalmente acabas de hacerlo, estúpido—. Se dió la vuelta para tomar su rostro—. ¿Listo para dormir?—. Beso su nariz.
Shoto asintió.