Bueno, todos estaban muriendo de hambre. Todos querían probar la comida de Katsuki, pero este estaba más ocupado comiendo a su novio.
—Basta.. no se vale comer pan en frente de los pobres—. Dijo Mina.
—Tienes a Sero, ¿De que te quejas?.
—Chicos, si tienen mucha hambre... Podemos hacer algo todos juntos.
—No. La comida de mamá pechugona está mas buena—. Dijo estrellando su rostro en la mesa.
Jiro asintió.
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—Los chicos de verdad quieren que les prepares comida—. Susurró.
—No es lo mismo Tener un hambre atroz, que tener un hombre atrás...—. contestó con una sonrisa.
—¿Ah si?—. Sonrió tomando sus caderas.
—Si... A decir verdad, prefiero lo segundo, así que muévete ya Imbécil, antes de que me arrepienta—. Volteo hacia atrás.