Anatomía [Chris Evans]

Una tarde desagradable

Caminó de regreso a casa, pensativa, ¿Por qué carajos no la había reportado?, no lo entendía, pero no pensaba agradecerle eso estaba más que claro.

En ese momento un auto se estacionó a un costado de la acera, un auto que conocía muy bien. Estuvo dispuesta a pasar de largo, pero no, se detuvo y miró en dirección a la ventanilla del piloto.

Al ver la mirada insistente de la adolescente el hombre bajo la ventanilla del auto y miró a la joven que le veía con cara de pocos amigos.

—¿Qué pretende?

—No se a que te refieres— Respondió al tiempo que se encogía de hombros.

—No me mando a detención, en cambió el primer día lo hizo, y no me venga con la fanfarronería de autoridad.

El hombre soltó un suspiro lleno de pesadez.

—Mira Fallon quiero llevarme bien contigo por tu madre, ella espera que nos llevemos bien y yo voy a intentar poner de mi parte y solo quiero que tú también lo hagas.

—Ni se esfuerce, no creo que dure más de tres meses con mamá.

—¿Cómo estás tan segura de eso?

Un bufido de burla se escapó de sus labios.

—No crea que es el primer novio en turno en la vida de mi madre, todos llegan y cuando consiguen lo que quieren de ella se van, la dejan destrozada conmigo diciéndole "te lo dije", así que sea lo que quiera conseguir hágalo ahora antes de que la lastime.

—Mira, no soy como él resto, tengo buenas intenciones con tu madre, realmente me gusta.

—Eso dijo el resto y perdí la cuenta después del número diez, así que ahorrese sus palabras motivacionales.

El hombre suspiro con cansancio, al parecer las palabras con ella no servirían de nada.

—De acuerdo, ¿No me crees?, te lo demostraré si así lo quieres y de esa manera verás que no soy como los otros.

—No me interesa, a mi no tiene que demostrarme nada, así que suerte con eso y a mi no me metan en sus cosas, estoy cansada de todos los hombres que entran en la vida de mamá.

No discutiría más con ella, no por el momento, intentaría acercarse a ella más adelante cuando le demostrará que su madre realmente le gustaba y él era distinto, sin más volvió a emprender marcha, estuvo tentado a preguntarle qué si la llevaba, pero era obvio que su respuesta sería la misma que la de esa mañana.

Cuando llegó a casa lo vio ahí sentado en la silla frente a la mesa del comedor, conversando amenamente con su madre.

¿Acaso ahora tendría que soportar verle en su casa todos los jodidos días?, silenciosamente camino sin hacer ruido, pasando desapercibida hasta las escaleras y por un momento pensó que había logrado su cometido, sólo quería subir directamente a su habitación y encerrarse, hasta que escuchó a su madre llamándole desde el comedor, ¡Joder!, ¿A caso su madre tenía un sexto sentido o qué carajos?