Bálsamo

108 20 3
                                    

Había salido de su casa y en cuanto puso un pie fuera de esta, las lágrimas no se hicieron esperar comenzando a escapar de sus ojos.

Camino con la vista baja intentando aguantar los sollozos que amenazaban con salir de su garganta, camino durante unos minutos hasta que llegó al parque cerca de su casa, se sentó en una de las bancas más apartadas del bullicio del parque, aunque claro a esa hora casi no había nadie. Lloro durante varios minutos, estaba dolida por lo ocurrido.

Había dicho la verdad, su madre no se preocupaba por ella si un hombre no estaba presente, cuando no tenía un novio a ella no le importaba si comía o no, si su día había estado bien o no, no le interesaba en absoluto, la última vez que escucho un “te quiero” de su parte había sido cuando tenía 8 años, pero cuando un hombre se presentaba se esforzaba por guardar las apariencias con ellos y fingir, a su madre le interesaban más los hombres que ella.

—¿Fallon?— El llamado de alguien la hizo sobre exaltarse en su lugar, levantó la mirada y observó al dueño de aquella voz.

—¿Jason?

Los ojos de la chica estaban rojos e irritados, con un notable rastro de lágrimas que de inmediato la joven intentó limpiar inútilmente, porque el ya se había percatado que estaba llorando.

—¿Qué haces por aquí?— Preguntó ella.

—Iba para tú casa, ¿recuerdas?, los trabajos, iba pasando y te vi— Respondió el chico —Pero parece que no es el mejor momento— Agregó —¿Estás bien?, ¿Qué ocurre?

Negó con la cabeza, el nudo que se formo en su garganta le impidió responder y sus ojos se llenaron de lágrimas que inútilmente lucho por contener, antes de que salieran de sus ojos y rodarán por sus mejillas.

El chico sin pensarlo se sentó a su lado, con la preocupación en su rostro.

—Puedes contar conmigo Fallon.

—Mi mamá, discutimos— Respondió a duras penas antes de sentir como se le cortaba la voz —Es tonto llorar por eso, lo sé, pero...

—No es tonto.

—Es sólo que siento que no le importó, solo le importan esos tipos con los que sale, ya no puedo más— Sollozó, así se sentía, así la había hecho sentir ella desde que era niña.

Aunque Jason no entendía a lo que se refería la latina, sabía que claramente la estaba pasando mal, sin decir nada la abrazo en un intento de consolarla, a lo cual ella correspondió.

Aunque Jason no entendía a lo que se refería la latina, sabía que claramente la estaba pasando mal, sin decir nada la abrazo en un intento de consolarla, a lo cual ella correspondió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Lo siento Jason, pensarás que soy una llorona, pero no lo pude evitar.

—No eres una llorona, todos necesitamos llorar en algún momento por algo— Aclaró sonriéndole cálidamente.

—Gracias, de verdad.

—No tienes que agradecer.

Ambos caminaban con dirección a la casa de la joven, la tarde paso rápidamente con ellos conversando y cuando menos acordaron el manto nocturno cubría el cielo.

Anatomía [Chris Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora