Extrañas sensaciones

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Salió de casa sin ningún contratiempo, agradecida de que su mamá siguiera durmiendo y que el estúpido profesor ni siquiera se hubiera topado con ella luego de lo ocurrido en la cocina, lo cual agradecía infinitamente porque al parecer últimamente su cuerpo reaccionaba al tremendo atractivo que el hombre se cargaba y eso era culpa de sus hormonas.

Tomo el autobús sin ningún contratiempo dónde ahí ya se encontraba Alex y Sarah conversando de manera algo escandalosa, al parecer estaban discutiendo.

—Hola— Saludo sentándose a lado de Sarah, ya que Alex estaba compartiendo asiento con Clarisse, una de las chicas más inteligentes de la escuela, quién escuchaba música ajena a la discusión de ambas amigas.

—¿Qué tal ayer?— Preguntó Sarah a su lado.

Rodó los ojos ante el recuerdo.

—Ayer estuvo en tu casa verdad— Más que pregunta fue una afirmación de la rubia.

Fallon sólo atino a asentir levemente.

—Y por esa cara que traes supongo que ni pudiste dormir porque ayer se estaban dando duro contra el muro— Asumió Sarah a lo que Fallon le dedicó una mirada fulminante —¿Tengo razón, no?

—Tienes razón.

Admitió finalmente la morena con pesar.

—Vamos, no es tan malo— Intento animar la rubia con ese positivismo que a veces la caracterizaba.

—¿Qué parte de que folle con mi mamá, en mi casa es buena?— Preguntó la latina con enojo.

La rubia sólo se encogió de hombros sin saber que decir.

—¡Tranquila chica!— Comentó Sarah al ver a la morena más molesta que de costumbre —Si no te conociera pensaría que estás celosa.

Fallon le dedicó una mirada claramente ofendida.

—¿Celosa?, Estás loca, ¿De qué podría estar celosa?, no estoy celosa, me pone de mal humor ese hombre eso es todo y que folle con mi madre sin vergüenza me enferma.

—Te entendemos, no debe de ser muy agradable escuchar a tu madre gemir, pero no es necesario que te pongas a la defensiva— Comento la joven Smith.

—Lo sé, es sólo que me frustra toda la situación, no es suficiente con verlo en la escuela sino también en mi casa.

Alex asintió con comprensión.

—Si tan mal te cae, ¿Por qué no hacer que lo despidan?— Preguntó de una forma tan inocente la rubia que ambas chicas la miraron incrédulas —¿Qué?

No podían creer que Alex Taylor, su amiga, la que no tenía malas intenciones con nadie y era demasiado bondadosa sin maldad alguna estuviera proponiendo aquello.

—¿Qué hiciste con Alex y quién eres tú?

Ante la pregunta de Sarah, Alex la miro levemente molesta.

—¡Oh vamos!, no se sorprendan— Reprendió Alex a ambas.

Tanto Sarah como Fallon se miraron entre sí, a su vez que a la de color se le formaba una sonrisa maliciosa y la latina le veía con temor.

—¡No!— Se negó de inmediato, por mucho que lo odiara no llegaría a ese extremo, no, definitivamente no.

—No es tan mala idea si lo piensas.

—Están locas ambas— Las señaló —Y aunque aceptará, ¿Qué propondrían?

Ambas se quedaron pensando.

—Es verdad, olvidenlo— Negó la rubia al no poder pensar en algo.

—¿Y si se involucra con una alumna?

Anatomía [Chris Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora