Anatomía [Chris Evans]

Otra perspectiva

Esa noche fue otra larga noche para la latina, ¿Por qué no iban a la casa de él
en vez de perturbar su sueño?

Había sido suficiente, había pasado casi una noche entera sin dormir esa vez y no pensaba repetirla, se reincorporó de su cama, tomó una manta y una almohada se puso de pie y salió de su habitación sin hacer ruido, aunque escuchando aquello era obvio que cualquier ruido pasaría desapercibido. Bajo las escaleras hasta la sala de estar y se recostó en uno de los sillones cobijandose con la manta y apoyando su cabeza sobre su almohada probablemente si seguía ahí terminaría traumada. El cansancio pareció vencerla porque no supo en que momento sus párpados se cerraron cayendo en brazos de Morfeo.

Eran cerca de las 6:30 am cuando se despertó, observó a Grace dormir a su lado plácidamente con una expresión pacífica, colocándose los boxers y los pantalones salió de la habitación sin hacer ruido en lo absoluto, para ir por un vaso de agua. Pasó por un lado de la habitación de la adolescente esperando y deseando que la chica no los hubiera escuchado hacía un par de horas porque sin duda sería terriblemente vergonzoso.

Bajo a la planta baja solo para encontrarse a Fallon durmiendo en el sofá y de manera algo incómoda a su parecer. En ese momento no pudo evitar sentir vergüenza, si ella estaba ahí era más que probable que los había escuchado.

—Mierda— Maldijo por lo bajo algo molesto.

Observó como la chica se removía incómoda en el sofá, con la manta tirada en el suelo, al parecer la había abandonado hacía mucho, con un suspiro pesado fue hasta ella, tomó la manta y abrigo a la chica. Por alguna razón que desconoció en ese momento la observó durante varios segundos, la chica definitivamente no se parecía a Grace, probablemente se parecía a su padre, tenía la piel un poco más clara que la de Grace, sus cabellos eran negros a comparación de la mujer quien tenía el pelo castaño, probablemente lo único que había heredado Fallon de su madre era su carácter, porque en el aspecto físico eran completamente diferentes. La chica era realmente hermosa, aunque el carácter que tenía era todo lo contrario. Inconscientemente removió unos mechones de cabello de su rostro, sólo para quedar embelesado por la joven, no se había dado cuenta de cuan hermosa era hasta ese momento y durante unos breves segundos sus pensamientos se desviaron drásticamente y miro la joven delante de él con otros ojos.

“¿Qué mierda estaba pensando?”, de inmediato apartó aquellos pensamientos de su mente y se alejó de la joven quien en ese momento era ajena al conflicto emocional del hombre. Michael se dirigió directamente a la cocina para poder tomar un vaso de agua frío, necesitaba aclarar sus pensamientos y desviarlos de la joven, él era mayor, la joven apenas tenía dieciocho años y él era el novio de su madre, no podía tener pensamientos impropios sobre la joven, una cosa era no ser ajeno a su atractivo y otra muy diferente era pensar en ella de esa manera.

Fallon abrió los ojos lentamente, con cansancio, ese sofá había resultado terriblemente incómodo y ahora le dolía el cuello, todo por culpa de su madre y ese hombre, ¿No podían ir a un hotel?, n
¿Acaso no eran conscientes de que ella dormía en la habitación de a lado y que podía escucharlos?

Se reincorporó del sofá, moviendo su cuello de un lado a otro intentando deshacerse de la incomodidad y fue directo a la cocina. Cuando entro se quedó estática ante lo que vio, Michael Warren el hombre que odiaba, su profesor y el cual le parecía jodidamente atractivo estaba ahí en su cocina bebiendo un vaso de agua con sólo sus pantalones puestos, dejando al descubierto su bien trabajado torso, sus músculos buen formados y marcados, el que lo odiase no quería decir que no admitiría que era un tremendo Adonis, es más ese hombre superó sus espectativas, era todo un Dios Griego.

Michael se giro para encontrarse a la joven a unos cuantos metros delante suyo quien lo veía fijamente, no parecía reaccionar porque ni siquiera parpadeaba.

—¿Fallon?— La llamo desconcertado.

Ante su llamado ella pareció salir de su ensimismamiento e intentó actuar con tranquilidad e indiferencia pero si era honesta había sentido un pequeño cosquilleo en su vientre bajo y maldijo a sus hormonas por eso, ¡Eso no estaba bien!, no podía permitirse pensar en él de esa manera.

Atinó a asentir levemente antes de recobrar la compostura y carraspear levemente, su ceño se frunció con un desagrado inexistente.

—No esta en su casa— Soltó de manera mordaz y mirándolo con molestia.

El hombre se dio cuenta hasta ese momento que no llevaba puesta su camisa y se sintió algo apenado de que la joven lo mirase en aquel estado.

—Lo siento, no pensé que me verías en este estado— Se disculpó de manera honesta, a lo que ella hizo una nueva  mueca de molestia.

—Pues la próxima vez tome en cuenta que está no es su casa— Repitió de nueva cuenta antes de pasar por su lado y tomar una manzana del frutero para después volverse en dirección a la salida, pero antes de salir se giro hacia él unos segundos —Por cierto la próxima vez podrían hacer menos ruido, es desagradable y asqueroso escuchar a mi madre jodiendo con usted, también necesito dormir, la próxima vez le recomiendo que vayan a un hotel o a su casa.

Con eso finalmente salió para dirigirse escaleras arriba a su habitación con una sonrisa de autosuficiencia en su rostro, había dejado al tipo con una gran vergüenza, se lo merecía, eso y más.

Pero lo que en ese momento Fallon no admitiría, porque aún no era consciente, era que tenía celos, si celos de su madre, porque le empezaba a gustar ese hombre.

Un capítulo más corto que los demás pero fue todo lo que pude escribir, aún así seguiré constante.
Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.