幽灵 BOSS | Jefe Espíritu [Completa]

Capítulo 16: Postulación (1)

"Relájate, te aceptarán", tranquilizó Baal.

"¿Por qué?" Era la primera vez que Wang XiaoMing escuchaba palabras de consuelo de Baal.

Baal respondió: "Porque sé cómo poseer a alguien".

...

Wang XiaoMing se bajó del autobús y ladeó la cabeza para mirar el gran edificio que tenía una docena de pisos. Tragó saliva sutilmente. "Qué lujo". Pensó que sería como un KTV* pero, ahora que lo miraba, era más grandioso que la mayoría de los hoteles de cinco estrellas.

N/T: *Es cómo una discoteca de lujo.

Baal proclamó: "Es regular".

Wang XiaoMing preguntó con curiosidad: "¿Es el Cielo más lujoso que esto?"

Baal respondió: "En comparación con el reino de los mortales, hay muchos lugares más lujosos en el Cielo y el Infierno".

Cuando pensaba en el Infierno, Wang XiaoMing pensaba en sus 18 niveles. Se preguntaba aturdido: "¿Por qué el Infierno es tan lujoso?" ¿Era para tentar a las almas de los condenados?

Baal lo miró, como si hubiera hecho una pregunta ridícula. "Incluso los ciudadanos del Infierno tienen que hacer algo durante el día y entretenerse". Además, cuando se trataba de desear, los ciudadanos del Infierno tenían deseos mucho más fuertes que sus contrapartes celestiales. Mammon era un ejemplo.

...

¿Era el Infierno diferente de lo que él había imaginado?

Wang XiaoMing volvió a preguntar: "¿Crees que iré al Cielo o al Infierno cuando muera?"

"Al Cielo. Probablemente".

Wang XiaoMing se sintió feliz y supuso que no era un ser humano tan malo.

"Sólo eres apto para ese tipo de lugar", explicó Baal.

...

Debería haber sabido que no debía hacer ese tipo de preguntas a alguien que era claramente un ángel caído. Wang XiaoMing dejó escapar una tos seca y reiteró: "Voy a decir esto ahora, sólo estoy aquí para postularme como mesero". Le preocupaba que Baal se emocionara y lo apuntara directamente a la venta.

Baal enarcó una ceja. "Lo que sea. Mi objetivo es encontrarte un amante".

Wang XiaoMing caminó, sin palabras, hacia la puerta principal.

La entrada principal de la Casa de Plata estaba claramente diseñada para ajustarse a su lujosa imagen. La puerta era un hexágono transparente, cortado como si fuera una joya, que reflejaba la luz del sol en todas las direcciones.

Wang XiaoMing entrecerró los ojos. "Esto es doloroso. ¿Es realmente bonito?"

Baal respondió: "El sentido de la belleza de los humanos es el mismo que sus habilidades".

Naturalmente, Wang XiaoMing no tomó eso como un elogio. Prácticamente entrecerró los ojos y buscó a tientas alrededor de la puerta un timbre o algún mecanismo para abrirla.

Detrás de él llegó el inesperado sonido de los neumáticos rozando el asfalto.

Wang XiaoMing miró hacia atrás justo a tiempo para ver un automóvil deportivo plateado que se dirigía directamente hacia donde ellos estaban. Contempló horrorizado cómo el automóvil se hacía cada vez más grande en su campo de visión, sin mostrar signos de frenar.

Baal se mantuvo al margen y contempló si debía trasladar el automóvil a la azotea o al interior del edificio.

El automóvil deportivo frenó de repente. Con un chirrido desgarrador, se detuvo a apenas tres o cuatro centímetros de Wang XiaoMing.