幽灵 BOSS | Jefe Espíritu [Completa]

『••[Extra 3: Loco Amor (3)]••』

Aunque de momento está a salvo, la información que ha recibido de varias fuentes lo ha puesto entre la espada y la pared.

Edwin es una de las máximas autoridades del clan Malkavian en el mundo humano. Bajo su activismo, Europa se ve inmersa en una tormenta para encontrar a aquellos que se han perdido. La amplia extensión de la tormenta y la escala de su participación lo sorprendieron.

Por lo que él sabía, Lawrence había dejado el mundo humano y había vuelto al reino de la sangre para escapar. Casi todos los Vástagos que habían asistido a la reunión de los Ventrue ese día habían sido hostigados.

De repente, recordó las palabras no pronunciadas de Edwin la noche anterior a su partida--

"Si no puedo esperar por ti..."

Edwin no terminó la segunda parte de su frase, pero lo dejó claro con sus acciones.

Esta vez, Winston realmente entendió en lo que se había metido.

Un loco, un completo y total loco.

Por eso, pasó un mes en casa con algunas modelos locales enloquecidas, antes de que su frustración se calmara un poco.

Bueno, siempre hay un lado positivo en todo. El llamado Camino sin Fin del Cielo, no cree que realmente no pueda escapar.

Fueron diez años de esconderse.

Durante estos diez años, la locura de Edwin se hizo más y más intensa.

Winston no estaba en Europa, pero cada vez que escuchaba hablar de ello se estremecía y a veces su corazón latía más rápido al volver a casa.

La sensación de abrir la puerta y ver a Edwin sentado en su casa le persiguió durante más de una década mientras cambiaba de casa en cientos de ocasiones.

Hasta que entró en un valle desierto y vio a algunos cuantos del mismo clan.

Sabía que había llegado el momento de cambiar de fortuna.

Su olfato le dijo que no se trataba de sangre ordinaria, sino de los Setitas, una raza que se había perdido durante miles de años. Todos tenían al menos cinco generaciones.

"Oh. Siento interrumpir". Winston se obligó a reprimir su entusiasmo.

Los Vástagos se miraron entre sí.

Uno de ellos, de cuarta generación, se adelantó y dijo: "¿De dónde eres, pequeño?"

"Soy un vástago de sexta generación del clan Ventrue..."

"No, me refiero a cómo has encontrado el camino hasta aquí". Había una ligera nota de hostilidad en su tono. Según todos los indicios, Winston era un intruso.

Winston, con sentido de lucidez, explicó: "Sólo buscaba un nuevo lugar para vivir. Entré sin querer".

Los otros vástagos lo miraron fijamente.

"En serio. A decir verdad, yo también buscaba un hogar lejos de mi casa", dijo Winston, sonriendo amargamente.

El cuarta generación lo miró en silencio durante un largo rato antes de decir: "Parece que tienes muchos problemas".

"Sí. De hecho, es un problema tan grande que me voy a desmayar", afirmó Winston.

"Bueno, hombrecito, hace tiempo que no tenemos invitados aquí, así que espero que estés acostumbrado".

"Estoy acostumbrado, estoy acostumbrado". Winston se frotó las manos y lo siguió. Era el tipo de lugar en el que no tenías que preocuparte por la aparición de Edwin y en el que por fin podías dormir bien. Estaba tan emocionado que casi rompe a llorar.