Capitulo VIII: Desnudez

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Maratón semanal 1/?

¡Joder! Lo dije en voz alta.

Sus ojos verdes me miran, una mirada abrazadora e intensa que hace que me estremezca. No podía apartar la mirada, era como si él ejerciera un poder sobre mí como nadie y solo me dejo llevar. ¿Qué es esto?

- Eh... a lo mejor... no sé..-parecía una estúpida, sin ser capaz de articular una oración completa.

Miro al suelo avergonzada. ¡Maldita sea!

- solo acepte esperando a que tú...- Levanto la mirada ¿A qué yo qué? niega con la cabeza.- ¿Y tus padres? ¿no los admiras?

- Es complicado, mis padres están muy ocupados todo el tiempo, no quiero agobiarlos con mis tareas-. Digo sin dar muchos detalles, mi madre no me ayudaría y mi padre no sé si tenga el tiempo para ayudarme con todos los problemas que le ha ocasionado haber regresado estas semanas de Tokio. Él me miro por unos segundos y me muerdo el labio nerviosa. ¿Eso quiere decir que no acepta?

- De acuerdo ¿Qué tengo que hacer?- dijo con con voz suave, responde después de unos.

- ¿Eso quiere decir que acepta?- y me doy unos golpes mentales por no saber esconder el alivio que siento.

- Acepte la propuesta del señor Fox esperando este momento-. Siento que hasta la garganta se me seca y sé que probablemente esté de un rojo vivo, mis mejillas están calientes. Me había quedo sin palabras de nuevo y un amago de sonrisa aparece en sus labios. ¿Se está burlando de mí?- Estamos bajo el mismo hechizo, señorita Clark.- Sus labios rosados dejaron ver esa dentadura perfecta, casi podía dolerme ver tanta perfección. Un segundo, no te distraigas, ¿Dijo que estábamos bajo el mismo hechizo?

- ¿A qué te refieres?- Sus ojos se clavaron en los míos y puede sentir la extraña electricidad casi papable que nos rodea, esa misma intensidad que sentí desde día uno que lo conocí, era como si fuera una forma de comunicarnos. Ya no existía nada, solo eramos él y yo. El corazon palpitaba con violencia en mi pecho. Estaba segura que él podía escucharlo y no podía ni respirar, porque quería que este instante fuera para siempre. Su mirada se volvio más oscura, era una combinación entre calidez y fuego abrazador al que estaba dispuesta para que me consumiera. Era una fuerza inexplicable. Única. Como la atracción del sol y la tierra; reciproca.

- ¡Ni se te ocurra!- La voz de Kate me hizo salir de mi parálisis, soy yo la que se aleja al darme cuenta que estábamos más cerca, pero la conexión seguía ahí, como si nada pudiera romperla.

- Quiero hablar con el señor Blair. Muévete, Williams -. Escucho decir a Alisson en el pasillo.

- ¡Que no!-. oí decir a Kate, y ruedo los ojos, se tomo muy en serio lo de montar guardia.

- Toma-. miro a Christian que me tiende una tarjeta- este es mi número y mi email personal-. Miro la tarjeta, era completamente blanca y con las letras paleteadas, se podía leer en mayúsculas Christian Blair, su número de teléfono y su correo electrónico.- Envíame un mensaje o llámame antes de las 3:00 pm. A esa hora soy libre de las clases.

- ¿Hoy?- pregunto sin disimular mi sorpresa.

- Sí, bueno... entre más rápido comiences tendrás más tiempo para hacerlo-. su voz se tona nerviosa, ¿En serio? es capaz de derretirme con una mirada y él se poner nervioso.

- De acuerdo...- mi voz es interrumpida por el sonido de la puerta al ser azotada. ya no estábamos solos.

- Te dije que estaba ocupado-. Dice Kate furiosa, rompo nuestra mirada y dirijo mi vista hacia la puerta, Alisson estaba ahí mirándome con un odio que nunca llegue a comprender-. Lamento la interrupción señor Blair-. se disculpa Kate y sonríe, guardo la tarjeta en la bolsa delantera de mi mochila.

Designio(#1 Saga Juegos De Seducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora